Alerta mundial por otro virus transmitido por mosquitos: el Zika

21 Enero, 2016

En numerosas ocasiones hemos visto como algunos insectos tienen la capacidad de transmitir diversas enfermedades al hombre. Por ello, el control de sus plagas se hace imprescindible para asegurar unas adecuadas condiciones sanitarias de las poblaciones humanas. Entre todos los insectos destacan, por sus implicaciones en la salud, algunas especies de mosquitos, al que se ha llegado a calificar como el animal más peligroso del mundo (desde luego el que mayor número de muertes produce). En concreto, los del género Aedes vuelven a estar estos días de actualidad debido a su condición de vectores del virus del zika.

La fiebre del zika es una enfermedad viral causada por un virus del género Flavivirus, el ZIKV. Se descubrió por primera vez en el bosque de Zika, en Uganda, en el año 1947. Desde entonces, se ha detectado principalmente en África y en algunas ocasiones en Asia, dando lugar a pequeños brotes esporádicos. Sin embargo, en el año 2007 tuvo lugar una gran epidemia en la Isla de Yap, en Micronesia, donde casi el 75% de la población fue infectada. Siete años después, en 2014, Chile informó de un caso de transmisión autóctona de esta enfermedad en la isla de Pascua. Al año siguiente, el pasado 2015, Brasil también confirmó el contagio del virus en su territorio. A partir de entonces, otros países y territorios de América, tanto Central como del Sur, han reportado la presencia del patógeno. En el norte, sólo México se encuentra afectado. En EEUU, por el momento, los casos confirmados no son autóctonos, puesto que los enfermos se han contagiado al viajar a otros países.

El zika se transmite a través de la picadura de mosquitos de las especies A. aegypti y A. albopictus. Esos mosquitos deben ser portadores del virus. Por tanto, se trata del mismo vector que el del dengue y la chikungunya, tal y como hemos visto en anteriores artículos. Aunque en general, el virus necesita al mosquito como medio de transporte para infectar a las personas, se ha documentado la trasmisión por vía sexual; si bien este mecanismo, en evaluación, parece ser poco frecuente.

Los síntomas más comunes de la enfermedad son fiebre leve y erupciones cutáneas, acompañado de conjuntivitis, dolor muscular o articular y malestar general. Sólo una de cada cuatro personas infectadas desarrolla los síntomas, y las complicaciones son raras. Se trata pues de una enfermedad de carácter leve; sin embargo en noviembre pasado, el Ministerio de Salud de Brasil confirmó la relación ente la fiebre de Zika y el desarrollo de microcefalia en los fetos, al ser infectadas por el virus las mujeres embarazadas. Sólo en ese país hay registrados 3.500 casos. La semana pasada, EEUU también detectó el primer caso de microcefalia relacionada con el zika en una mujer de Hawái que había viajado al país carioca durante su gestación. Tal es la situación que Colombia ha desaconsejado los embarazos hasta el final de la epidemia. Por otra parte, también se está investigando la posible incidencia de la fiebre con el síndrome de Guillain-Barre.

Por el momento, no existe vacuna o medicamento específico contra el virus, por lo que los tratamientos se centran en aliviar los síntomas. Las actuaciones a desarrollar pasan por la prevención de la infección por el virus del zika. Para ello es necesaria la reducción de las poblaciones de mosquitos, eliminando y controlando sus criaderos. La OMS recomienda evitar que quede retenida agua en cualquier recipiente del exterior como las macetas; mantener los depósitos de agua para consumo tapados; evitar acumular basura, destapar desagües para evitar que quede agua estancada y utilizar mallas mosquiteras en puertas y ventanas. La protección directa de las picaduras mediante repelentes o prendas de vestir de manga larga también resulta importante para reducir la incidencia de esta patología.

Una nueva enfermedad que pone en guardia a las autoridades sanitarias mundiales, y que la globalización y el cambio climático contribuyen a expandir por todo el planeta.