Especialistas en control de plagas. Resultados garantizados, al mejor precio.
BIODAL CONTROL AMBIENTAL es una empresa de control de plagas urbanas, desinfección y control de la bacteria Legionella; con sede en Madrid y fundada por dos Licenciados en Biología con amplia experiencia en temas de índole medioambiental.
Contamos con un personal técnico altamente cualificado y en continua formación, capaz de resolver todas sus dudas, de diagnosticar el problema y de eliminar la plaga a la mayor brevedad posible; realizando de este modo un servicio de alta calidad. Nuestros técnicos se responsabilizan en todo momento del tratamiento adoptado, haciendo de la profesionalidad y el compromiso sus señas de identidad.
Ofrecemos un servicio personalizado y ajustado a sus necesidades, empleando los mejores productos disponibles en el mercado y haciendo uso de las técnicas más adecuadas para cada situación.
Conscientes de la cada vez mayor preocupación social por los temas relacionados con la salud y el medio ambiente, desde BIODAL cuidamos especialmente estos aspectos apostando por la prevención y las medidas de actuación pasivas, con el objeto de reducir al máximo posible el empleo de biocidas y demás productos químicos. Cuando su uso sea imprescindible se empleará siempre el producto menos nocivo y más específico para la plaga que se desee combatir.
La empresa está inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB) de la Comunidad de Madrid con el número 914-CM-S.
Somos miembros de la Asociación Madrileña de Empresas de Desinfección (AMED).
Por todo ello, si precisa de cualquiera de los siguientes servicios: fumigación, desinsectación, eliminar cucarachas, eliminar chinches de cama, desratización, desinfección, control de aves, tratamientos fitosanitarios o prevención y control de Legionella; póngase en contacto con nosotros y le asesoraremos, ofreciéndole la mejor solución a sus necesidades.
9 Mayo, 2024
No es intención de esta sección generar, en ningún momento, alarmismo innecesario en lo referente al mundo de las plagas en general y al de los insectos en particular. Pero apocalipsis es uno de los adjetivos con los que algunos medios de comunicación han calificado a uno de los fenómenos más impresionantes y curiosos que tienen lugar en el reino animal. En estos días se espera la aparición masiva de un tipo de insectos, en algunas zonas de EEUU. Sin embargo, este hecho no se corresponde con ningún fenómeno de plaga. Es simplemente parte del ciclo de vida de estos artrópodos.
Las protagonistas de nuestra historia son varias especies de cigarras, insectos hemípteros de la Familia Cicadidae, pertenecientes al Género Magicicada y conocidas coloquialmente con el nombre de cigarras periódicas. Para entenderlas un poco mejor, es necesario conocer primero cómo es su particular ciclo biológico. Las cigarras periódicas son de los insectos con una mayor esperanza de vida. Pueden vivir hasta 17 años, pasando la mayor parte de su vida enterradas, alimentándose de las raíces de los árboles. Cuando el suelo se calienta lo suficiente durante la primavera, alcanzándose los 18ºC a unos 20 cm de profundidad, las cigarras, ninfas en su quinto y último estadio, emergen a la superficie. Ya en el exterior, se produce una última muda y se convierten en adultas. En este periodo pueden alimentarse de las plantas, generalmente leñosas. Aún así, los adultos se concentran prácticamente en su principal misión: la reproducción. Como es característico en estos insectos, los machos, 4 o 5 días después de emerger, comienzan a cantar para atraer a las hembras. Cada especie de cigarra dispone de un canto particular y específico. Después del apareamiento, las hembras depositan los huevos en las ramas de las plantas, entre 500 y 600 unidades. Tras esto, un mes después de su aparición, las cigarras mueren, sembrando de cuerpos el suelo de las localidades estadounidenses donde han aparecido, sirviendo como perfecto fertilizante del suelo. De 6 a 10 semanas después de la puesta, las diminutas ninfas emergen de los huevos, caen al suelo y comienzan a alimentarse de las raíces de las plantas. Con el tiempo, se entierran iniciando así el ciclo descrito.
Hasta aquí nada extraordinario, sin embargo, las cigarras periódicas tienen una curiosa particularidad. Presentan diferentes periodos de nidadas entre las distintas especies. Así, se pueden distinguir hasta 3 especies que presentan ciclos de vida de 17 años y 4 especies en el que este periodo es de 13 años. A cada nidada se le asigna un número romano, del I al XXIII, en función del área geográfica de EEUU y del año en el que emergen. Se supone que algunas de esas nidadas están hoy extinguidas. De las que actualmente están activas, 12 corresponden con especies de cigarras con ciclos de 17 años y 3 con especies de ciclos de 13 años. Esto quiere decir que las ninfas casi maduras emergen del suelo trascurridos 13 o 17 años, según el caso. Se suele decir que la diferencia entre unas camadas y otras está en el tiempo que transcurre hasta que madura el segundo estadio ninfal. No se sabe exactamente el por qué de esta periodicidad en su ciclo. Se piensa que puede ser una forma de evitar a los depredadores, dificultándoles de esta forma el ajustar sus ciclos al de las cigarras. O que es consecuencia de las glaciaciones. Incluso que tiene que ver con los números primos.
El caso es que 2024 es el año en el que, las cigarras periódicas tanto de la “camada” XIII como de la XIX y de la XXIII, van a emerger, en masa y de forma sincronizada, en Illinois. Y lo van a hacer por estas fechas, entre los meses de abril y mayo. Es la primera vez que ocurre desde 1803 y el fenómeno no volverá a producirse hasta 2245. Es cierto que no todas ellas lo harán en la misma zona. Cada nidada suele emerger en distintas regiones del Estado de Illinois, aunque sí puede haber áreas en las que unas y otras se solapen. A todas ellas, hay que unir la aparición de las especies de cigarras que se denominan anuales, es decir, las que aparecen todos los años, aunque su ciclo no dure exactamente un año. El resultado de todo ello es un “apocalipsis” de insectos, millones de cigarras emergiendo al mismo tiempo, en una misma zona. Un espectáculo que, por su rareza y espectacularidad, atrae a numerosos curiosos y científicos.
Aunque hemos dicho que no se trata de ninguna plaga, las cigarras adultas, al alimentarse de plantas, sí que puede provocar algunos daños en la vegetación. Los árboles adultos por lo general no se ven afectados, pero ejemplares jóvenes o recién plantados, puede sucumbir al “ataque” de tanta cantidad de insectos al mismo tiempo.