Especialistas en control de plagas. Resultados garantizados, al mejor precio.
BIODAL CONTROL AMBIENTAL es una empresa de control de plagas urbanas, desinfección y control de la bacteria Legionella; con sede en Madrid y fundada por dos Licenciados en Biología con amplia experiencia en temas de índole medioambiental.
Contamos con un personal técnico altamente cualificado y en continua formación, capaz de resolver todas sus dudas, de diagnosticar el problema y de eliminar la plaga a la mayor brevedad posible; realizando de este modo un servicio de alta calidad. Nuestros técnicos se responsabilizan en todo momento del tratamiento adoptado, haciendo de la profesionalidad y el compromiso sus señas de identidad.
Ofrecemos un servicio personalizado y ajustado a sus necesidades, empleando los mejores productos disponibles en el mercado y haciendo uso de las técnicas más adecuadas para cada situación.
Conscientes de la cada vez mayor preocupación social por los temas relacionados con la salud y el medio ambiente, desde BIODAL cuidamos especialmente estos aspectos apostando por la prevención y las medidas de actuación pasivas, con el objeto de reducir al máximo posible el empleo de biocidas y demás productos químicos. Cuando su uso sea imprescindible se empleará siempre el producto menos nocivo y más específico para la plaga que se desee combatir.
La empresa está inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB) de la Comunidad de Madrid con el número 914-CM-S.
Somos miembros de la Asociación Madrileña de Empresas de Desinfección (AMED).
Por todo ello, si precisa de cualquiera de los siguientes servicios: fumigación, desinsectación, eliminar cucarachas, eliminar chinches de cama, desratización, desinfección, control de aves, tratamientos fitosanitarios o prevención y control de Legionella; póngase en contacto con nosotros y le asesoraremos, ofreciéndole la mejor solución a sus necesidades.
2 Junio, 2023
Una de las escenas más típicas de las noches de verano, son las nubes de insectos voladores concentrados alrededor de farolas y de otras fuentes de luz artificial. Dentro de esa nube podemos encontrar una amplia variedad de estos artrópodos hexápodos, no sólo mosquitos, como la mayoría de la gente tiende a simplificar. Dípteros, himenópteros, ortópteros, efemerópteros, etc., se ven atraídos y, en definitiva, atrapados por las bombillas de pueblos y ciudades. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Qué explica esta atracción de los insectos por las fuentes de luz artificial?
Un grupo de investigadores de Reino Unido, Estados Unidos y Costa Rica ha dado respuesta a esas preguntas mediante un estudio científico, cuyos resultados preliminares han sido publicados en la web bioRxiv, del Cold Spring Harbor Laboratory.
El trabajo de investigación se ha llevado cabo con imágenes 3D de las trayectorias de vuelo de los insectos y aborda la incógnita sobre la concentración de estos insectos, entorno a fuentes de iluminación como las clásicas bombillas incandescentes o las más actuales luces LED. Según los autores, en distancias cortas, los insectos no vuelan directamente hacia la fuente de luz, sino de forma ortogonal a ésta, en vuelos que giran alrededor de 90 grados alrededor de la misma. De esta forma, los insectos orbitan alrededor de la luz, sin alejarse de ella, incluso realizando vuelos invertidos.
De manera natural, los insectos voladores nocturnos, mantienen vuelos más o menos rectos respecto a la superficie del suelo, gracias al sistema de orientación compuesto por receptores que poseen en su parte dorsal. Con dicho sistema, utilizan la luz de la luna como referencia, manteniéndose de esta forma paralelos al suelo durante sus desplazamientos. En dichos desplazamientos, de repente y de forma fortuita, se pueden encontrar con una fuente de luz artificial, pasando a ser ésta su punto de referencia, en lugar de la luna o la penumbra solar. Debido a este encuentro accidental, los insectos comienzan a emplear este nuevo punto de referencia, describiendo órbitas más o menos regulares alrededor de él, lo que supone en definitiva el final de su vida. Bien mueren abrasados al entrar en contacto con la fuente de luz, en el caso de que ésta emita calor, se desploman exhaustos en un vuelo sin fin o terminan devorados por alguna salamanquesa u otro depredador que se aprovecha de estas fuentes lumínicas artificiales.
Gracias a grabaciones de captura de movimiento de insectos en el laboratorio, los autores creen que estos artrópodos orientan sus ejes dorsales hacia las fuentes de luz, sean naturales o artificiales, tal y como hemos explicado. Por tanto, la fuente de luz artificial lo que hace es alterar el sentido de orientación de los insectos, los cuales pierden su capacidad para mantener el vuelo hacia delante, atrapándoles en una espiral de la que no pueden escapar hasta que la luz no se apague. En definitiva, los insectos voladores no se sienten atraídos por las fuentes de luz artificial, sino más bien confundidos por ella.
De hecho, los seres humanos nos aprovechamos de esta “confusión” para el control de insectos voladores como moscas, avispas o mosquitos, los cuales, como ya sabemos, tienen una gran importancia en la salud pública. A través de trampas lumínicas de luz UV podemos controlar la presencia de estos insectos en diferentes instalaciones, con especial relevancia en la industria alimentaria. Dichos dispositivos, ya sean aparatos insectocaptores o insectocutores, cumplen perfectamente esta función, aunque no de cualquier forma. Deben estar colocados en el lugar adecuado, cerca de las vías de acceso y en una zona lo más oscura posible, para evitar que entren en competencia con otras fuentes de iluminación, ya sea natural o artificial. Además, deben de ser sometidos a un mantenimiento adecuado. Las lámparas deben ser de luz UV, no de luz blanca, y tienen un tiempo de vida útil variable, dependiendo de sus características y del fabricante. Por lo tanto, deben sustituirse de manera periódica. También es importante su limpieza y la sustitución frecuente de las láminas adhesivas de captura, en el caso de que se trate de insectocaptores, sobretodo en épocas de calor.
Recordamos que Biodal Control Ambiental ofrece a sus clientes el suministro, mantenimiento y asesoramiento en su instalación y utilización de estas trampas lumínicas para el control de moscas y otros insectos voladores.