Especialistas en control de plagas. Resultados garantizados, al mejor precio.
La preocupante plaga de caracol del cieno en España
22 Julio, 2015
Hablamos esta semana sobre un nuevo ejemplo de plaga exótica invasora en nuestro país. Se trata del denominado caracol del cieno, Potamopyrgus antipodarum, molusco gasterópodo presente en la Península al menos desde los años 70, cuando se realizaron las primeras investigaciones sobre la especie. Recientemente, un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Alcalá de Henares y publicado en la revista Ecosistemas, afirma que este caracol ha aumentado significativamente su área de distribución ibérica en las últimas décadas.
El gasterópodo, originario de Nueva Zelanda, fue introducido de forma accidental en Australia, Europa y América del Norte. En Europa está presente desde el siglo XIX, detectado por primera vez en Inglaterra. Desde allí colonizó las zonas litorales y costeras de los diferentes países europeos, incluida España, tanto en la zona cantábrica como la mediterránea.
Esta ubicación costera inicial parece indicar que su expansión puede realizarse a través de las aguas de lastre de las embarcaciones. Otras teorías afirman que las aves acuáticas, durante sus migraciones, pueden haberlo transportado. También los aparejos de pesca o incluso los propios peces pueden ser mecanismos de dispersión del caracol. Y es que esta especie es capaz de resistir varias horas en el intestino de los peces, y seguir viva después de ser expulsada en sus heces.
El estudio constata, en la Península Ibérica, una ampliación de la distribución de la especie hacia ecosistemas acuáticos del interior, de manera análoga a lo que ha ocurrido también en otros países. En España se ha citado en Islas Baleares, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia y País Vasco.
El principal problema del caracol del cieno, y el éxito de su expansión, son sus propias características biológicas. Por un lado, es una especie muy generalista, capaz de utilizar una gran variedad de recursos tróficos. Puede vivir en una amplia gama de hábitats acuáticos, tanto de agua dulce como salobre, tolerando amplios rangos de temperatura e incluso la desecación. Por otra parte, tiene una alta tasa reproductiva, es ovovivíparo y partenogenético; es decir, una única hembra puede llegar a reproducirse asexualmente sin la necesidad de ser fecundada por un macho. Es importante señalar también que la especie puede vivir bien en aguas contaminadas con vertidos de materia orgánica y eutrofizadas.
Con respecto a los posibles impactos y amenazas de su presencia, son similares a los que provocan otros moluscos invasores como el mejillón cebra o el caracol manzana. En general, se puede hablar de alteración de la dinámica de los ecosistemas, influencia negativa en los niveles tróficos superiores, alteración de los ciclos de nitrógeno y carbono o afección a la funcionalidad y estructura de las poblaciones de moluscos autóctonos. Particularmente, al transformar la cadena trófica, afectan negativamente al crecimiento de los salmónidos. Además, al ser tan prolíficos pueden llegar a suponer un problema en las instalaciones acuáticas, por tanto no hay que despreciar tampoco su impacto económico.
En cuanto a los métodos de gestión y control de plagas para esta especie, hay que decir, que la erradicación, una vez se ha establecido, es muy complicada; por lo que habría que hacer énfasis en la prevención y en evitar su propagación. Por ello, la limpieza y desinfestación de los aparejos de pesca puede ser importante, unido a las adecuadas campañas de información y educación sobre esta especie. Existe la posibilidad de control biológico mediante el empleo de un trematodo procedente también de Nueva Zelanda, que esteriliza a las hembras; pero su uso debería ser estudiado en profundidad previamente a su aplicación. El control químico no es aconsejable al tratarse de hábitats acuáticos.
A pesar de estos datos, el estudio avisa sobre la falta de información completa sobre el caracol del cieno y enfatiza en la necesidad de seguir ahondando en el conocimiento de esta especie. Una nueva plaga invasora a la que seguir la pista.
