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¿Por qué a los insectos voladores les atrae la luz artificial?

Por qué a los insectos voladores les atraen la luz de las farolas y otras fuentes de iluminación

2 Junio, 2023

Una de las escenas más típicas de las noches de verano, son las nubes de insectos voladores concentrados alrededor de farolas y de otras fuentes de luz artificial. Dentro de esa nube podemos encontrar una amplia variedad de estos artrópodos hexápodos, no sólo mosquitos, como la mayoría de la gente tiende a simplificar. Dípteros, himenópteros, ortópteros, efemerópteros, etc., se ven atraídos y, en definitiva, atrapados por las bombillas de pueblos y ciudades. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Qué explica esta atracción de los insectos por las fuentes de luz artificial?

Un grupo de investigadores de Reino Unido, Estados Unidos y Costa Rica ha dado respuesta a esas preguntas mediante un estudio científico, cuyos resultados preliminares han sido publicados en la web bioRxiv, del Cold Spring Harbor Laboratory.

El trabajo de investigación se ha llevado cabo con imágenes 3D de las trayectorias de vuelo de los insectos y aborda la incógnita sobre la concentración de estos insectos, entorno a fuentes de iluminación como las clásicas bombillas incandescentes o las más actuales luces LED. Según los autores, en distancias cortas, los insectos no vuelan directamente hacia la fuente de luz, sino de forma ortogonal a ésta, en vuelos que giran alrededor de 90 grados alrededor de la misma. De esta forma, los insectos orbitan alrededor de la luz, sin alejarse de ella, incluso realizando vuelos invertidos.

De manera natural, los insectos voladores nocturnos, mantienen vuelos más o menos rectos respecto a la superficie del suelo, gracias al sistema de orientación compuesto por receptores que poseen en su parte dorsal. Con dicho sistema, utilizan la luz de la luna como referencia, manteniéndose de esta forma paralelos al suelo durante sus desplazamientos. En dichos desplazamientos, de repente y de forma fortuita, se pueden encontrar con una fuente de luz artificial, pasando a ser ésta su punto de referencia, en lugar de la luna o la penumbra solar. Debido a este encuentro accidental, los insectos comienzan a emplear este nuevo punto de referencia, describiendo órbitas más o menos regulares alrededor de él, lo que supone en definitiva el final de su vida. Bien mueren abrasados al entrar en contacto con la fuente de luz, en el caso de que ésta emita calor, se desploman exhaustos en un vuelo sin fin o terminan devorados por alguna salamanquesa u otro depredador que se aprovecha de estas fuentes lumínicas artificiales.

Gracias a grabaciones de captura de movimiento de insectos en el laboratorio, los autores creen que estos artrópodos orientan sus ejes dorsales hacia las fuentes de luz, sean naturales o artificiales, tal y como hemos explicado. Por tanto, la fuente de luz artificial lo que hace es alterar el sentido de orientación de los insectos, los cuales pierden su capacidad para mantener el vuelo hacia delante, atrapándoles en una espiral de la que no pueden escapar hasta que la luz no se apague. En definitiva, los insectos voladores no se sienten atraídos por las fuentes de luz artificial, sino más bien confundidos por ella.

De hecho, los seres humanos nos aprovechamos de esta “confusión” para el control de insectos voladores como moscas, avispas o mosquitos, los cuales, como ya sabemos, tienen una gran importancia en la salud pública. A través de trampas lumínicas de luz UV podemos controlar la presencia de estos insectos en diferentes instalaciones, con especial relevancia en la industria alimentaria. Dichos dispositivos, ya sean aparatos insectocaptores o insectocutores, cumplen perfectamente esta función, aunque no de cualquier forma. Deben estar colocados en el lugar adecuado, cerca de las vías de acceso y en una zona lo más oscura posible, para evitar que entren en competencia con otras fuentes de iluminación, ya sea natural o artificial. Además, deben de ser sometidos a un mantenimiento adecuado. Las lámparas deben ser de luz UV, no de luz blanca, y tienen un tiempo de vida útil variable, dependiendo de sus características y del fabricante. Por lo tanto, deben sustituirse de manera periódica. También es importante su limpieza y la sustitución frecuente de las láminas adhesivas de captura, en el caso de que se trate de insectocaptores, sobretodo en épocas de calor.

Recordamos que Biodal Control Ambiental ofrece a sus clientes el suministro, mantenimiento y asesoramiento en su instalación y utilización de estas trampas lumínicas para el control de moscas y otros insectos voladores.