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Enfermedades transmitidas por garrapatas y la importancia de su distribución

Conocer la distribución de las garrapatas para evitar que puedan transmitir enfermedades

21 Julio, 2021

Las zoonosis, enfermedades que pueden transmitirse desde los animales al ser humano, representan unos de los mayores retos a los que se enfrenta la salud pública en la actualidad. Se prevé que este tipo de patologías vayan en aumento como consecuencia del cambio climático. Es lo que está ocurriendo por ejemplo en España con el virus del Nilo Occidental, transmitido por la picadura de mosquitos; o la fiebre de Crimea-Congo, que puede contagiarse a las personas cuando son mordidas por una garrapata infectada. De ambas enfermedades, tanto del virus del Nilo Occidental como de la fiebre de Crimea-Congo, hemos hablado ya en ocasiones anteriores. Pero no son las únicas. Con respecto a las garrapatas, un informe epidemiológico reciente ha puesto de relieve el incremento de casos detectados en la UE de otra enfermedad trasmitida por estos artrópodos. Además, se ha publicado una actualización de los mapas de distribución de varias especies de garrapatas en Europa.

Las garrapatas, ácaros ectoparásitos hematófagos de la Superfamilia Ixodoidea, no provocan generalmente problemas de salud graves. Sus picaduras o mordeduras son indoloras y suelen causar síntomas leves como enrojecimiento de la piel o hinchazón. Sin embargo, en determinadas regiones, pueden ser trasmisoras de enfermedades graves. De ahí la importancia que tienen las estrategias de control y vigilancia de estos artrópodos. Además de la mencionada fiebre de Crimea-Congo, las garrapatas también pueden transmitir un tipo de encefalitis, la TBE. Se trata de una enfermedad aguda del sistema nervioso central, causada por un arbovirus del Género Flavivirus. Esta enfermedad es endémica en diversos países de Asia, así como de Europa central y del norte. Sin embargo, su vector de transmisión principal es la garrapata Ixodes ricinus, la cual también está presente en España. Pues bien, el último informe epidemiológico de la TBE, elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), ha confirmado una tendencia claramente creciente de casos de TBE detectados en el seno de la UE. Debemos decir que, con esta enfermedad, un alto porcentaje de enfermos, hasta el 58%, pueden sufrir secuelas y en el 1-3% de los casos puede conducir a la muerte.

Por tanto, conocer la distribución de las garrapatas por el territorio de la UE es de vital importancia a la hora llevar a cabo una correcta vigilancia sobre la incidencia de estas enfermedades en la salud pública. En este sentido, el ECDC ha publicado una actualización, con fecha de marzo de 2021, de los mapas de distribución de varias especies de garrapatas en Europa. Los mapas han sido elaborados tanto con datos históricos ya publicados como con observaciones confirmadas, realizadas por los expertos de diversos países. La iniciativa forma parte del proyecto europeo VectorNet. Según los mencionados mapas, en la Península Ibérica pueden encontrarse, además de la mencionada I. ricinus, garrapatas de las especies Hyalomma marginatum, H. lusitanicum, Dermacentor reticulatus o Rhipicephalus sanguineus, así como las garrapatas blandas Ornithodoros spp. El estudio de dichos mapas revela cambios muy significativos en los últimos años, que afectan a expansiones en la distribución de algunas de esas especies o nuevos registros en zonas donde hasta ahora no se habían detectado. Destaca el caso de la garrapata H. marginatum, sobre la que se han reportado nuevos registros fuera de su rango de distribución endémica, como consecuencia posiblemente de eventos climáticos inusualmente cálidos que han afectado al norte y oeste de Europa en los últimos años.

Por todo ello, debemos recordar la importancia de extremar la precaución cuando se realicen actividades al aire libre, especialmente en áreas silvestres, desde la primavera hasta el otoño. Es conveniente vestir prendas de manga larga, que cubran la mayor parte del cuerpo, de colores claros para poder detectar las garrapatas, preferentemente con la camisa por dentro del pantalón, zapato cerrado y gorro o prenda que cubra la cabeza. Además, es recomendable el uso de repelentes y examinar las distintas zonas del cuerpo, al regresar del campo, para descartar su presencia. En caso de localizar alguna garrapata adherida, hay que retirarla inmediatamente con unas pinzas de punta roma, nunca con alcohol, aceite o tirando manualmente. La garrapata extraída deberá guardarse varias semanas por si se producen síntomas de alguna de estas enfermedades.