Contacte con nosotros

Especialistas en control de plagas. Resultados garantizados, al mejor precio.

Acerca de las moscas de los urinarios

Adulto de mosca de los urinarios, insecto muy común en aseos y baños.

6 Octubre, 2016

Cucarachas, chinches u hormigas son organismos que rápidamente asociamos con plagas de viviendas, locales o negocios. Por supuesto, también, las ratas o los ratones. Sin embargo, otros animales son menos populares en este aspecto; incluso, su presencia, puede pasarnos desapercibida. Esta semana vamos a hablar de las denominadas moscas de los urinarios. Se trata de insectos muy comunes, con los que convivimos a diario, y a los que, normalmente, no prestamos atención. Quizá, como organismos nocivos no sean de los más relevantes, si atendemos al grado de perjuicio provocado. Pero como veremos a continuación, tienen su importancia y su utilidad dentro del control de plagas.

Las moscas de los urinarios, también llamadas moscas de la humedad, moscas palomilla o moscas del drenaje, son unos dípteros pertenecientes a la Familia Psychodidae. Esto quiere decir que están emparentados con los flebotomos, aunque su alimentación, y por tanto su incidencia en la salud pública, difiere bastante. Uno de los géneros más conocido es Psychoda. Son unos insectos de pequeño tamaño, entre 3 y 5 mm, por lo general de color gris oscuro, y caracterizados por tener su cuerpo recubierto de pelillos. Su ciclo vital pasa por cuatro estadios, huevo, larva, pupa y adulto.

Podrían llegar a confundirse con mosquitos, puesto que muy frecuentemente comparten los mismos tipos de hábitats; ya que las moscas de los urinarios proliferan en sumideros y drenajes. La hembra realiza la puesta sobre limo que contenga materia orgánica en descomposición, con poca presencia de oxígeno. Pueden desarrollarse sobre cualquier acúmulo de agua residual, incluso tolerando cierto grado de contaminación. Las larvas se alimentan de dicha materia orgánica, así como de la microfauna asociada. Los adultos no necesitan sangre para reproducirse, por lo que no nos encontramos ante un insecto hematófago, como los citados mosquitos o los flebotomos.

Su modo de vida hace que puedan observarse con relativa frecuencia en baños, cocinas, vestuarios, sótanos y, en definitiva, en cualquier entorno donde pudieran existir deficiencias en los sistemas de saneamiento. En viviendas particulares no es rara su existencia en aseos, aunque por lo general en número tan reducido que su presencia suele pasar desapercibida. Cualquier conducción que rezume algo de agua puede mantenerlas. También prosperan en los desagües o en el bote sifónico. Son frecuentes además en las zonas comunes de las comunidades de propietarios, sobretodo allí donde se localicen pozos, arquetas, la llave de paso del agua, etc.

Otros lugares típicos donde suelen encontrarse son en bares y restaurantes; y no sólo en los aseos. Durante los servicios que realizamos en dichos establecimientos, es frecuente detectar individuos vivos y recoger ejemplares adheridos a las trampas de captura para monitorización. En este tipo de locales hay una gran cantidad de equipos que pueden presentar pérdidas de agua. Si a esto le unimos una serie de comportamientos higiénicos poco adecuados, como dejar recipientes con agua acumulada, suelos encharcados y una limpieza deficiente, ya tenemos las condiciones perfectas para su desarrollo.

En cuanto a sus efectos como plaga, más allá de la molestia o lo desagradable que nos resulte su presencia, sobre todo si es en gran número, no tienen incidencia relevante en la salud pública. Para su control, es fundamental solventar las deficiencias causantes de su aparición. Esto es, mantener aislado y en buenas condiciones el sistema de aguas residuales (sumideros tapados y limpios; arquetas, fosas sépticas y desagües bien sellados). Por supuesto, evitar las pérdidas de agua, los encharcamientos y mantener un adecuado grado de limpieza. Si su número es muy elevado pueden realizarse tratamientos químicos, ya sea para controlar las larvas o eliminar a los adultos.

En definitiva, la presencia de moscas de urinarios es un indicativo claro de la existencia de defectos en la red de saneamiento y/o malos hábitos higiénicos. Por todo ello, nos sirve a los profesionales del sector de control de plagas para estar alerta ante la existencia de condiciones ambientales que pueden favorecer la proliferación de otros organismos nocivos, tales como las cucarachas.