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La responsabilidad de usar biocidas en el control de plagas

Los peligros del uso de los insecticidas domésticos

2 Junio, 2016

Los biocidas, también llamados plaguicidas o pesticidas, son un variado grupo de productos químicos que comúnmente utilizamos para protegernos, a nosotros mismos y a nuestros animales y plantas, de los efectos negativos de otros organismos que pueden constituir una plaga. Desde luego que su empleo tiene numerosas ventajas, tanto económicas como sanitarias. Entre las primeras se encuentra la mejora de los rendimientos de las cosechas, evitar daños en productos almacenados y materiales, y garantizar un abastecimiento fiable de productos agrarios a precios adecuados. Dentro de las sanitarias, reducir la mortalidad en humanos y animales por enfermedades transmitidas por vectores y mejorar las condiciones higiénico-sanitarias de las poblaciones humanas.

Sin embargo, los biocidas también pueden ser peligrosos para la salud y el medio ambiente, en especial si se abusa de ellos o no se respetan sus normas de uso. Como productos químicos, presentan una amplia gama de consecuencias sanitarias, tanto para el hombre como para los animales, que en general se manifiestan como intoxicaciones. Las aplicaciones continuadas sin una protección adecuada o los accidentes ocurridos durante su transporte, almacenamiento o aplicación, ya sea por el propio aplicador o por un tercero, producen una serie de efectos nocivos cuya magnitud depende de la dosis o cantidad absorbida y del tiempo de exposición. A corto plazo pueden presentarse intoxicaciones agudas, mientras que a largo plazo éstas se vuelven crónicas, aumentando su gravedad, puesto que pueden llegar a producir cáncer y hasta lesiones fetales en los embarazos.

Con respecto a los efectos sobre el medio ambiente, éstos se producen por la diseminación incontrolada de los plaguicidas en el entorno. De esta forma, pueden contaminar el suelo, el agua, la atmósfera, la fauna y los alimentos, además de provocar desequilibrios en los ecosistemas y pérdidas de biodiversidad. Un claro ejemplo de esto último son los múltiples estudios que culpan a los denominados neonicotinoides, usados para controlar plagas agrícolas, de los drásticos declives mundiales de las poblaciones de abejas y de otros insectos polinizadores, tal y como ya hemos visto. Sin embargo, una reciente investigación científica ha demostrado que aproximadamente la mitad de los pesticidas encontrados en abejas no proceden de la agricultura, sino de jardines domésticos y entornos urbanos. En muestras de polen recolectado por estos insectos sociales, los investigadores han detectado hasta 30 biocidas diferentes, incluyendo los citados neonicotinoides; pero también piretroides, que se encuentran en los insecticidas de uso doméstico o empleados en los tratamientos municipales para parques urbanos.

Cada uno de estos riesgos debe ser asumido por todos los profesionales que nos dedicamos al sector de la Sanidad Ambiental. Pero no sólo eso, tal y como hemos visto, también por cualquier otro usuario de estos productos, inclusive en el ámbito del hogar. Por ello en su utilización hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones. Los biocidas son comercializados para actuar de forma específica contra un determinado organismo, por lo que no existen productos de exterminio total. No deben mezclarse sustancias distintas, puesto que no suponen una mayor eficacia, sino todo lo contrario, pudiendo resultar peligrosos. Siempre hay que seguir las recomendaciones del fabricante y en su aplicación deben tomarse las medidas de protección necesarias. Hay que tener en cuenta que los pesticidas no son una alternativa a la limpieza y/o mantenimiento de locales o instalaciones. Sin ellas, nunca serán efectivos. Para uso doméstico solo pueden utilizarse productos con la clasificación “Plaguicidas de Uso Doméstico”. Por el contrario, en locales de uso público éstos están prohibidos.

Aún con todo, recordar que muchos episodios de plagas sólo pueden ser abordados con seguridad y eficacia por profesionales especializados. Por eso, desde Biodal Control Ambiental ofrecemos el mejor servicio posible ante este tipo de situaciones.