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Prueban método de control biológico para combatir a la avispilla del castaño
26 Marzo, 2015
La Junta de Andalucía, a través de la Conserjería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, tiene previsto iniciar una investigación para tratar de combatir la plaga de avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) que afecta al paraje El Juanar, ubicado en el monte público denominado Sierra Blanca, en Ojén (Málaga). En concreto, planean emplear un método de control biológico consistente en la suelta controlada del parasitoide exótico Torymus sinensis, en una zona aislada del citado paraje.
El objetivo es comprobar el grado de eficacia de este método y el potencial de control de dicho parasitoide, evaluando además su grado de competencia con otras especies autóctonas, capaces de combatir a esta plaga aunque no sean específicas de ella. Por otra parte, también se pretende determinar la influencia de la variedad de castaño en la infestación por avispilla y en el efecto de control de sus enemigos naturales.
Esta técnica se ha empleado con éxito en otros países como Italia, y está considerada actualmente como la más efectiva para combatir y reducir los daños que ocasiona este insecto en los castañares. Como ejemplo de la incidencia que tiene la avispilla, basta decir que desde que fue detectada la pasada primavera en este paraje malagueño, se han visto afectados el 90% de los castaños, presentando un 75% de los mismos daños en la copa, lo que provocó que la producción de castañas disminuyera en un 90%.
La avispilla del castaño es un insecto himenóptero de la familia Cynipidae, que incluye a aquellas avispas generadoras de agallas. Es originaria de China, pero en 1941 empezó a propagarse a otras zonas de Asia como Japón o Corea. En 1974 fue detectada en EEUU y a Europa llegó en 2002. Finalmente en el año 2012 fue introducida en España, concretamente en Cataluña, expandiéndose desde allí hasta otras zonas de nuestro país. Los medios de propagación más habituales son el transporte accidental del insecto y la plantación o injerto con materiales vegetales de castaño infectado, por ello el control exhaustivo del tránsito de todo este tipo de material es una de las medidas prioritarias para su control.
Se trata de una especie univoltina, es decir, con un único ciclo vital a lo largo del año, que se caracteriza por presentar reproducción mediante partenogénesis, siendo por tanto todos sus individuos hembras. Durante el invierno, las larvas se desarrollan en el interior de las yemas del castaño, induciendo de esta manera la formación de agallas en aquellos tejidos afectados, siendo éstas el principal daño y síntoma de la plaga. La avispilla puede afectar a varias especies de castaño, entre ellas el japonés (Castanea crenata), el americano (C. dentata), el chino (C. mollissima) y por supuesto al europeo (C. sativa), así como a sus respectivos híbridos.
Por su parte, Torymus sinensis es otro himenóptero, de la familia Torymidae y originario también de China, que se alimenta única y exclusivamente a expensas de Dryocosmus kuriphilus. En concreto, las hembras depositan los huevos en el interior de la avispilla y al eclosionar las larvas comienzan a alimentarse de ella, hasta completar su desarrollo que conllevará la muerte de su hospedador.
Habrá que esperar, por tanto, a los resultados de esta investigación para determinar si este nuevo método de lucha biológica en el control de plagas resulta eficaz en la zona de estudio. A partir de ahí, se podrá decidir si la técnica puede extrapolarse a otros territorios; sin olvidar en ningún momento que se está introduciendo una especie exótica en el ambiente, lo que, en cualquier caso, obliga a proceder con los menores riesgos posibles y las máximas garantías.
