Se inicia la cuantificación de las poblaciones de cotorra en España

5 Marzo, 2015

Se estima que podría haber más de 10.000 ejemplares

Técnicos de SEO/BirdLife han iniciado este mes los trabajos para elaborar el primer censo a nivel nacional de dos especies de aves exóticas ya establecidas en nuestro país: la cotorra argentina y la cotorra de Kramer. Dicho censo se completará a lo largo de todo este año 2015. En él, socios y voluntarios de esta ONG contabilizarán los ejemplares detectados, con la ayuda de toda persona que quiera participar, enviando sus propias observaciones, en un proyecto calificado como “de ciencia ciudadana”.

Ambas especies han sido comercializadas tradicionalmente como mascotas, de tal forma que los escapes y sueltas voluntarias han originado su expansión artificial por numerosos países, entre ellos España. Hoy en día ya están asentadas, mostrando múltiples núcleos reproductivos activos y una amplia distribución por todo el territorio nacional. El crecimiento de sus poblaciones ha sido exponencial desde que fueron detectadas por primera vez en libertad a finales de los años 70, principios de los 80s.

La metodología a seguir para censar a la cotorra argentina consiste en localizar los puntos de nidificación, contabilizando el número de nidos en cada punto y el número de cámaras que posee cada uno; determinando además, si es posible, el número de ellas que se encuentran ocupadas. Las labores se realizarán durante este mes de marzo, antes del auge del periodo reproductor. Para el caso de la cotorra de Kramer, se censará fuera de este periodo, de julio a octubre, localizando el mayor número posible de dormideros en cada localidad, en las que esté presente la especie.

La cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y la de Kramer (Psittacula krameri) son aves exóticas pertenecientes a la familia Psittacidae. La primera es originaria de América del sur (Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y sur de Brasil), mientras que la segunda habita toda la franja subsahariana africana y el subcontinente indio. Fuera de sus áreas naturales, la de mayor distribución mundial es la de Kramer, mientras que la argentina se ha introducido en EEUU y Europa. En España la que ha tenido mayor éxito es M. monachus. De momento, suelen estar presentes en entornos urbanos. Sin embargo, ambas especies son consideradas plaga de los cultivos en sus correspondientes regiones de origen.

A pesar de lo bonitas y simpáticas que puedan parecernos, no hay que olvidar que se trata de especies exóticas invasoras y pueden ocasionar importantes impactos negativos en nuestro entorno. Aparentemente, conviven bien con especies urbanas como gorriones o palomas, pero su gran número puede provocar el descenso de las poblaciones de estas aves locales por competencia de recursos. Las de Kramer además anidan en huecos de árboles, desplazando a otras nativas que también lo hacen, como mochuelos, autillos, pitos reales, carboneros o abubillas. Las argentinas por su parte, construyen nidos muy voluminosos y pesados que pueden ocasionar desperfectos en infraestructuras eléctricas, además de ser un peligro por la posibilidad de desprendimiento. En cuanto a su incidencia sobre la salud humana, ambas especies puede provocar molestias y alteraciones por el ruido originado por las colonias, además de ser posibles vectores de patologías como la enfermedad de Newcastle o la clamidia. Eso sin olvidar los daños directos a jardines y cultivos.

Para su control, la retirada de nidos parece ser poco eficaz, al igual que las capturas, si antes no se reduce significativamente el problema de la suelta de aves cautivas que constantemente aporta nuevos individuos. Sus depredadores son escasos, a excepción de rapaces como los halcones peregrinos, aunque la incidencia que tienen sobre las cotorras no es significativa.

Por tanto, la creación de este censo es imprescindible para poder dimensionar el problema y así elaborar medidas de gestión eficaces para estas especies que podrían convertirse en nuevas plagas urbanas.