Aseguran que la suelta de ácaros depredadores frena la expansión de la plaga de araña roja

31 Diciembre, 2014

Una vez más hablamos del control biológico como una de las herramientas más interesantes para la lucha contra distintos organismos plaga en cultivos.

En este caso se trata del empleo de ácaros depredadores para combatir las plagas de araña roja en cultivos hortícolas en invernaderos de la provincia de Almería. En diversos medios se asegura que la suelta escalonada del ácaro predador Neoseiulus californicus, mediante el formato de sobre de larga duración patentado por la empresa Koppert Biological Systems, ha conseguido frenar de forma eficaz este tipo de plaga.

El método consiste en la colocación en el cultivo de sobres que contienen al arácnido depredador de la familia Phytoseiidae junto con otros ácaros presa, mezclados ambos con salvado. Los adultos y ninfas salen progresivamente de dichos sobres buscando activamente su presa y succionándola hasta secarla. Si la población de araña roja es escasa, estos pequeños aliados pueden sobrevivir alimentándose de otros ácaros (entre otros, los contenidos en el sobre) o incluso de polen. Se afirma además que son resistentes a un abanico de pesticidas químicos, aunque los resultados obtenidos en cultivos como el del pimiento, el pepino o la berenjena, en cuanto al control eficaz de los primeros brotes de la plaga, haría innecesario su empleo.  

Esta técnica, por tanto, resultaría muy útil para el control de la araña roja (Tetranychus urticae), la cual origina graves problemas en las zonas de cultivo del área mediterránea, principalmente. Se trata de un ácaro de la familia Tetranychidae caracterizado por ser una especie muy polífaga, capaz de alimentarse de prácticamente cualquier especie. Tanto los enemigos naturales como los factores climatológicos, el frío y las lluvias, suelen mantener sus poblaciones dentro de unos límites tolerables. Pero en ocasiones, y con la llegada del verano, dichas poblaciones pueden sufrir un aumento súbito. Los daños ocasionados se manifiestan en las hojas, en las que se observa decoloración a causa de las picaduras, que acaban desecando la zona afectada. Si el ataque es intenso, la planta puede sufrir una defoliación completa y prematura. También atacan los frutos, en los que se observan manchas oscuras, dándole un aspecto como sucio. Estos ácaros viven generalmente en el envés de las hojas, donde producen hilos de seda en gran cantidad, que le sirven de refugio frente a depredadores y a acaricidas.

A pesar de todo lo expuesto, y según diferente bibliografía consultada, el método propuesto podría no ser eficaz, en el caso de un incremento rápido en la población de araña roja; lo que, como hemos visto, suele ocurrir en verano. Es decir que sus resultados están más orientados al mantenimiento de esas poblaciones, no al control total, por lo que habría que buscar otras alternativas de manejo en el caso de superarse el umbral de la plaga. Aun así, no deja de ser interesante su aplicación para tratar de reducir al máximo posible el empleo de productos fitosanitarios. 

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