La UE financia la lucha contra plagas vegetales en España

19 Diciembre, 2014

Algunas partidas irán destinadas a evitar la expansión de la seca del pino

La Comisión Europea ha anunciado hoy que la UE destinará 1,8 millones de euros a España para cofinanciar, durante el próximo año 2015, programas de vigilancia de plagas vegetales. Nuestro país tiene previsto poner en marcha una serie de medidas cuyo coste total ascenderá a 3,71 millones de euros, de los que la Unión Europea costeará la mitad.

El objetivo de estas acciones, de las que también se beneficiarán otros países, es controlar la presencia o verificar la ausencia de plagas en territorio europeo, especialmente de las que se dan en árboles de hoja caduca y cítricos. Se vigilarán casos como el de la necrosis bacteriana de la patata o el del picudo rojo de las palmeras, y se llevarán a cabo estudios que traten de determinar los riesgos emergentes de nuevas plagas y los peligros ligados a las importaciones de determinados tipos de especies o materiales.

Ya en el pasado mes de noviembre se asignaron 5,7 millones de euros para ejecutar medidas de emergencia relacionadas con plagas de los vegetales, centradas, entre otras, en los brotes aislados de nematodo de la madera del pino, que han surgido en España en los últimos años. Para este último caso, estas dotaciones económicas son de especial importancia si se quiere evitar la expansión de este organismo plaga.

El nematodo de la madera del pino (Bursaphelenchus xylophilus) es una especie descrita en el año 1934 sobre coníferas autóctonas de Norteamérica, en las que no causa ningún daño aparente. Sin embargo, debido al comercio de la madera, se ha ido introduciendo en otros países, de diferentes regiones del planeta, provocando graves daños y ocasionando lo que se conoce como seca de los pinos. En el año 1999 fue detectado por primera vez en Europa, concretamente en Portugal. En España, el primer foco apareció en el año 2008 en Villanueva de la Sierra, Cáceres, siendo completamente erradicado. Después de eso, han surgido otros tres episodios de infestación, en As Neves (Pontevedra) en 2010, Valverde del Fresno (Cáceres) en 2012 y Sancti-Spíritus (Salamanca) a finales de 2013.

Una vez se ha infestado el árbol (la transmisión se realiza a través de un vector, coleópteros del género Monochamus, que también son considerados plaga secundaria de los pinos), el nematodo coloniza los canales resiníferos para alimentarse de las células epiteliales y del parénquima, provocando una reducción de la producción de la resina. Esto ocasiona que, en un periodo de aproximadamente 3 meses, el ejemplar acabe secándose por completo.

Para su control, en este caso, sólo son válidas las medidas preventivas y culturales, como la limpieza y gestión del monte, eliminando los pies muertos y decadentes, y la rápida retirada de la madera infestada, evitando en todo momento su traslado a otras zonas libres del nematodo. El control del insecto vector, mediante trampas de feromonas, es otra medida complementaria.

Ante estos casos, bienvenidos sean los recursos económicos que vayan destinados a la protección de la salud de nuestros bosques y cultivos.