Problemas en la Comunidad Valenciana con plaga de los pinos

9 Octubre, 2014

Varios parajes naturales de la Comunidad Valenciana se encuentran seriamente amenazados por la intensificación, desde el pasado verano, de la incidencia que está teniendo en sus árboles la plaga de barrenillo del pino.

La Consellería de Medio Ambiente ha activado la alerta en todos los parques naturales, puesto que hay afectados diversos enclaves en las tres provincias. A día de hoy, se están llevando a cabo actuaciones para tratar de contener la expansión del escarabajo. Éstas consisten en la tala y posterior descortezado de los ejemplares afectados. Tras esta primera fase, se colocará una batería de trampas de captura con feromonas.

El barrenillo o perforador del pino, Tomicus destruens, es un coleóptero de la familia Scolytidae, cuyas larvas se alimentan de la madera de los árboles, grabando en ella una serie de galerías que impiden la circulación de la savia y el agua, causando finalmente la muerte del ejemplar afectado.

Su ciclo biológico es característico, una sola generación anual pero con varias generaciones hermanas. En el mes de octubre, la hembra se introduce en el tronco del pino construyendo una cámara nupcial donde se aparea con el macho. A partir de ahí, elabora una cámara materna en la que ira depositando los huevos en diferentes puestas secuenciales. Es decir, la primera de ellas tiene lugar en octubre, pero después de un periodo de recuperación, vuelve a realizar una segunda puesta. Este proceso puede repetirse hasta tres o cuatro veces durante el invierno. Tras la eclosión de los huevos, las larvas pasan por cuatro estadios, alimentándose en el proceso de la madera del árbol y construyendo galerías perpendiculares a la materna, dejando las características marcas en forma de espina de pescado.

Lo curioso de su ciclo es que todos los imagos inmaduros de las diferentes puestas están preparados para abandonar sus refugios entre los meses de marzo y mayo, lo que indica que las larvas procedentes de la primera puesta tienen un desarrollo más lento que el de las posteriores. Una vez han dejado sus galerías, vuelan hacia las copas de ejemplares sanos para alimentarse de sus brotes y así alcanzar su madurez sexual. En esta fase se introducen en los ramillos perforando su base y se alimentan de su médula, provocando la muerte y posterior desprendimiento. Tras el verano, que pasan en las copas o en los huecos de la corteza, al llegar octubre reinician el ciclo.

Los daños que causan a las diferentes especies de pino son, por tanto, de dos tipos y causados tanto por larvas como por adultos inmaduros, aunque los originados por las primeras son mucho más graves. Los síntomas de un árbol afectado se manifiestan con la acumulación de ramillos huecos en el suelo del pinar. Al agravarse la infestación, la copa amarillea, derivando en tonos rojizos, produciéndose definitivamente la muerte del ejemplar.

Esta especie plaga es capaz de atacar y colonizar árboles sanos, previamente debilitados por diversas causas, como por ejemplo la sequía que lleva azotando a esta zona de la Península desde hace un tiempo.

En cuanto a los métodos para su control, los que se están llevando a cabo en esta comunidad parecen ser los adecuados. Es imprescindible, en primer lugar, eliminar la presencia de ejemplares debilitados mediante actuaciones silvícolas de mejora del estado de la masa, como claras y clareos. Además, se debe evitar el aumento de población debido a la colonización de los residuos provenientes de los aprovechamientos madereros. Una vez producido el ataque, se debe detectar y eliminar los pies infectados, antes de que emerjan las nuevas generaciones. El empleo de trampas de captura para disminuir la densidad poblacional del escarabajo también es válido. En este caso, los tratamientos químicos no están recomendados y su aplicación está prácticamente en desuso.

Esperemos que los esfuerzos que se están realizando den sus frutos y pueda controlarse eficazmente esta plaga forestal. 

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