El super caracol invasor descubierto en Tenerife: plaga agrícola y sanitaria

16 Agosto, 2023

Los efectos que tienen las especies exóticas invasoras en los ecosistemas autóctonos, son lo suficientemente graves, como para considerarlas como uno de los problemas ambientales más serios de la actualidad. Aun así, hay quien podría caer en la tentación de no darles la importancia que se merecen. Sin embargo, cuando la mera presencia de estas plagas invasoras afecta a la salud humana, la situación cambia sustancialmente. Es lo que ocurre con el mosquito tigre (Aedes albopictus), vector de transmisión de numerosas enfermedades al ser humano. Y no es un caso único. En Tenerife se ha descubierto recientemente la presencia de un invertebrado invasor que puede afectar a la salud pública, además de ser considerado una plaga agrícola y provocar cuantiosos daños en la biodiversidad y en el entorno.

La Red Canaria de Alerta Temprana de Especies Exóticas Invasoras (Redexos) ha advertido de la presencia, en tres zonas diferentes de la isla de Tenerife, del conocido como caracol gigante africano (Lissachatina fulica). En el comunicado, que la entidad ha emitido a través de las redes sociales, se pide a la población que extreme las precauciones frente a su presencia. Las autoridades medioambientales de la isla están vigilando exhaustivamente estos enclaves, advirtiendo al mismo tiempo a los ciudadanos sobre los peligros de esta plaga invasora. Pero, ¿por qué se alerta a la población por este caracol? ¿Qué peligro supone?

Conozcamos un poco mejor a este molusco invasor. El caracol gigante africano es uno de los moluscos terrestres de mayor tamaño. Llegan a pesar hasta medio kilo y su concha puede alcanzar los 13 cm de longitud. Originario del este de África, concretamente Kenia y Tanzania, ha sido introducido en América, Japón, Islas del Pacífico, Australia, Sudeste Asiático y prácticamente todas las zonas tropicales del mundo. Más recientemente se ha detectado en Marruecos, Costa de Marfil y Ghana. En España no es la primera vez que se habla de esta especie. Al parecer, ha habido avistamientos en varios puntos de Andalucía, aunque no existe demasiada información al respecto.

Principalmente herbívoros muy voraces, estos caracoles pueden consumir prácticamente de todo, desde productos animales, líquenes, algas, excrementos, desechos, etc. Como buenos invasores, son muy prolíficos. Un ejemplar puede poner hasta 1000 huevos, a lo largo de sus aproximadamente cinco años de vida. Con un único apareamiento, pueden poner varias puestas. Además, debemos recordar que los caracoles son hermafroditas, por lo que todos los individuos de la especie son susceptibles de poner huevos. Por tanto, su gran voracidad, su alta tasa reproductiva y la competencia con las especies autóctonas, provocan graves efectos allí donde éstos se establecen. Pero, ¿qué peligros puede suponer esta nueva plaga invasora?

Compiten por un lado con los moluscos autóctonos, llegando a desplazarlos e incluso depredarlos. Son portadores de varios parásitos que pueden afectar a los animales que se alimenten de ellos. Si sus poblaciones son elevadas, pueden constituir plagas agrícolas, afectando a una gran variedad de cultivos, de manera directa por consumo o indirecta por transmisión de patógenos vegetales. Pero lo más relevante es su afección a la salud humana. Son hospedadores intermediarios de un parásito que puede ocasionar meningoencefalitis eosinofílica y angiostrongiliasis abdominal en humanos. En concreto, se trata de un nematodo que parasita los pulmones de ratas. A través de estos caracoles, que actúan como intermediarios, pueden transmitir el parásito a los humanos, bien por el consumo directo de éstos o al comer verduras o carnes de organismos que hayan sido infectados a partir de los propios moluscos. También son potenciales transmisores de bacterias que pueden comprometer la salud de personas inmunodeprimidas.

Conviene extremar la vigilancia sobre la posible presencia de esta plaga invasora, en Canarias y en el resto de España. En caso de detectarse poblaciones, pueden emplearse molusquicidas para su control, aunque éstos pueden tener también efectos negativos sobre el entorno. Se remarca además la importancia de informar, concienciar y sensibilizar a la población sobre esta especie. A pesar de estar prohibido su comercio y posesión, ya que es una especie incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, estos caracoles se han vuelto muy populares en redes sociales, por lo que el comercio ilegal de mascotas podría contribuir a su proliferación.