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Las plantas emiten sonidos ante el estrés y sus plagas podrían escucharlos

Las plantas emiten sonidos ante situaciones de estrés y las plagas podrían escucharlos

18 Mayo, 2023

La comunicación sonora es propia del mundo animal. Desde luego, no nos imaginamos que las plantas puedan llegar a emitir sonido alguno. Hasta ahora, puesto que una investigación afirma que los vegetales son capaces de emitir sonidos cuando están expuestos ante diferentes situaciones de estrés. ¿Es esto cierto? ¿Son capaces las plantas de comunicarse? ¿Pueden aprovecharse las plagas de las plantas de ello, si son capaces de captar e interpretar estos sonidos? Lo vemos a continuación.

La noticia es la siguiente. Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en Israel, han descubierto que las plantas son capaces de emitir sonidos, en concreto, ruidos que recuerdan a cuando hacemos palomitas o explotamos las burbujas de los plásticos para embalar. Además, su perfil sonoro es variable y viene influenciado por diferentes situaciones desfavorables para los vegetales, como la falta de agua, el corte de un tallo o la infección por un virus. También han comprobado que los sonidos difieren entre las distintas especies. Por ejemplo, las ondas sonoras “emitidas” por las tomateras difieren de las de las plantas del tabaco o las de un cactus. Los resultados de esta investigación han sido publicados en un artículo de la revista científica Cell.

Los experimentos fueron realizados en una sala de laboratorio insonorizada donde se dispusieron decenas de plantas de tomate y de tabaco. Se empleó un micrófono capaz de registrar ultrasonidos, es decir, ondas sonoras entre 25 y 250 kilohercios (kHz). Los seres humanos somos incapaces de oír más allá de los 16 kHz. Algunas de estas plantas fueron “molestadas” cortándoles algunos de sus tallos o dejándolas sin agua durante periodos de cinco días. También hubo un grupo de plantas control, a las que dejaron en paz, sin ningún tipo de alteración. Los resultados obtenidos demostraron que las plantas cuidadas emitían una media de un sonido a la hora. Sin embargo, las tomateras a las que dejaron sin agua produjeron 35 sonidos a la hora y las del tabaco 11 sonidos/hora. A su vez, las tomateras y las plantas del tabaco, perturbadas mediante podas, emitieron 25 y 15 sonidos/hora respectivamente. También comprobaron que las tomateras, a medida que pasaban los días sin agua, aumentaban el número de sonidos emitidos. Sin embargo, dejaban de emitirlos cuando el grado de deshidratación comprometía su vida. Los experimentos fueron repetidos en un ambiente más realista, un invernadero, y empleando más variedades de vegetales como maíz, trigo, ortigas o cactus. En todos los casos, las plantas emitieron sonidos.

Con todo estos datos, los investigadores diseñaron un algoritmo, con el cuál pudieron detectar qué plantas producían los sonidos, cuántos emitían y el tipo de factor estresante que los desencadenaba. Los sonidos eran emitidos también cuando se infectaba a las planas con el virus del tabaco, una plaga de las solanáceas. En las plantas leñosas, como el almendro o la vid, por el contrario, apenas se apreciaron sonidos.

¿Supone este hallazgo que existen sistemas de comunicación sonora en las plantas? Debemos recordar que las plantas carecen de cualquier tipo de sistema nervioso, por lo que no es lógico. La respuesta, por tanto, es no y la explicación al fenómeno es sencilla, simple física. Los investigadores sugieren que estos sonidos se producirían como consecuencia de la formación y explosión de burbujas de aire en el sistema vascular de la planta, un efecto hidrodinámico conocido como cavitación. Se trataría de una disfunción que ocurre en los vasos conductores de las plantas, al estar sometidas a diferentes tipos de estrés hídrico. Y es que, cualquier sistema de tuberías que transporta fluidos genera sonidos, lo que no quiere decir que las cañerías se estén intentando comunicar con nadie.

Descubierto el misterio, los investigadores creen que estos sonidos podrían ser captados por otros animales como ratones, murciélagos o insectos, que podrían reaccionar a ellos. En el caso de los insectos plaga, esta información podría ser muy útil, puesto que les revelaría un estado débil de las plantas de las que se alimentan, con sus defensas bajas, situación que aprovecharían parar atacarlas más fácilmente. Esto es factible, puesto que aunque la comunicación sonora no es la más importante en el mundo de los insectos, sí que existen ejemplos de estos artrópodos capaces de captar sonidos a diferentes frecuencias. Aun así, de momento no se ha comprobado, es una mera especulación, siendo el siguiente paso que los científicos darán a la hora de investigar este asombroso fenómeno.