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La borrachera mortal de las moscas de la fruta

Moscas de las fruta borrachas encuentran la muerte en el desierto

17 Marzo, 2023

Las moscas de la fruta (Drosophila melanogaster), también llamadas moscas del vinagre, constituyen uno de los grupos de insectos más comunes y conocidos. Tal es así que son de los organismos más empleados en ciencia, especialmente en la rama de la genética. Son cosmopolitas y se las puede encontrar en viviendas, tiendas de alimentación, bares, restaurantes y, en definitiva, cualquier lugar que albergue su fuente de alimentación. Como su nombre indica, se nutren de frutas en proceso de fermentación como manzanas, plátanos, uvas, etc. Sin embargo, estos hábitos alimenticios, en ocasiones, pueden salirles muy caros. Lo vemos a continuación.

El conocido como Valle de la Muerte es una zona desértica ubicada en el sureste de California (EEUU), en el llamado desierto de Mojave. En verano es uno de los lugares más calurosos del mundo; de hecho aquí se ha tenido constancia de la temperatura del aire más alta jamás registrada, 56,7ºC. Pues bien, en algunas zonas de esta área desértica norteamericana se cultivan palmeras datileras, para la producción de sus frutos. Algunos de estos dátiles, los más maduros, quedan esparcidos por el suelo y expuestos a las condiciones ambientales. Teniendo en cuenta que cada dátil está constituido por casi un 80% de azúcar y estando expuestos los frutos a las elevadas temperaturas del desierto, no es difícil entender que se origina la situación perfecta para atraer a multitud de moscas de la fruta. Sin embargo, aunque pueda parecer idílico, el Valle de la Muerte puede terminar siéndolo de forma literal para las moscas.

Los dátiles en fermentación, proceso en el que los azúcares se convierten en alcohol, provocan un estado de embriaguez en las moscas adultas que se alimentan de ellos, de tal forma que parecen estar borrachas. Los insectos caen, ruedan y son incapaces de volar. El problema es que, bajo la arena del desierto, vive un insecto depredador que se beneficia de estas moscas borrachas. Se trata de la hormiga león (Familia Myrmeleontidae). Pertenecen al Orden Neuroptera, por tanto, no son hormigas propiamente dichas. Ni siquiera son sociales. Pues bien, las larvas de estos insectos en nada se parecen a las plácidas orugas que podemos encontrar en otros artrópodos. De aspecto realmente amenazador, casi alienígena, viven enterradas en los suelos arenosos. Excavan un hoyo en forma de embudo, en cuyo fondo se esconden, dejando sólo al descubierto sus potentes mandíbulas. Las moscas de la fruta perjudicadas, que tienen la mala suerte de caer en dicho hoyo, son rápida y fácilmente atrapadas gracias a las mandíbulas de la hormiga león. La manera que tienen de comérselas no puede resultar peor. La hormiga león inyecta una potente enzima a la mosca inmovilizada, de tal forma que ésta pre-digiere todo el contenido interno de su víctima. Tras ello, la hormiga león sólo tiene que succionar dicho contenido licuado de la mosca, quedando únicamente como residuo su exoesqueleto vacío.

Más allá de este curioso caso, las moscas de la fruta pueden ser consideradas una plaga de los alimentos almacenados y llegar a resultar bastante molestas cuando se vuelven especialmente abundantes en el interior de las instalaciones humanas. ¿Cómo se las puede controlar? Está claro que disponer de una hormiga león como controlador biológico de plagas no es factible. Aquí entra en juego el conocimiento de los técnicos en control de plagas. Alimentos caídos, bolsas con basura que no se retiran con frecuencia, pérdidas en los serpentines de los grifos de cerveza, derrames de líquidos, especialmente de bebidas alcohólicas (cerveza, vino, mosto, etc.) son algunos de los principales factores que provocan su proliferación. La localización de los focos de cría, así como el asesoramiento a la hora de resolver el problema con soluciones en la mayoría de las ocasiones sencillas; resultarán mucho más útiles a la hora de acabar con estos insectos que los aparatos de luz UV frente a insectos voladores o cualquier otro tratamiento biocida.