Plagas forestales más agresivas por culpa del cambio climático

21 Abril, 2022

Que el cambio climático está provocando y provocará una mayor incidencia de las especies plaga y sus efectos, es un hecho que no nos pilla de sorpresa. De ello hemos hablado en numerosas ocasiones en esta misma sección. Constantemente se realizan estudios e investigaciones acerca del impacto de este fenómeno climático. Uno de los más recientes señala que el calentamiento global está provocando que las plagas forestales se estén volviendo cada vez más agresivas. Y esto no es precisamente ninguna previsión, sino que ya está ocurriendo. A continuación explicamos las razones de esta preocupante situación.

La investigación en cuestión ha sido realizada por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona. Los científicos han estudiado varios bosques de coníferas, distribuidos por toda Europa, durante un periodo de 10 años. Los autores han podido comprobar como la exposición de los árboles a sucesivos periodos de sequías, es clave a la hora de que los ejemplares puedan resistir el ataque de las plagas. Los resultados del estudio han sido publicados en un artículo de la revista Global Change Biology.

Los investigadores han analizado un total de 130 parcelas de bosques de coníferas distribuidas por toda Europa, las cuales han sido monitoreadas desde el año 2010, para tratar de entender cómo responden los árboles frente a sus insectos plaga y cuáles de esos bosques son los más expuestos. Gracias a ello, han podido comprobar como el 30% de los árboles de estudio están afectados por algún tipo de plaga forestal y entorno a un 6% de los mismos ha sucumbido a su ataque. Los científicos se han dado cuenta de que cuantas más sequías sufran los árboles, más probabilidades tendrán éstos de morir por el ataque de los insectos plaga. Precisamente el cambio climático está provocando cada vez mayor número de periodos de sequía y que éstos sean más prologados en el tiempo.

La investigación también ha revelado que los bosques de coníferas más afectados y los que, por tanto, corren mayor riesgo de desaparecer, son los situados en el centro, norte y este de Europa. Ya era conocido que los árboles que no habitan en climas óptimos para su desarrollo, como por ejemplo un abeto que crece en un ambiente seco, son más susceptibles de sufrir enfermedades o ser atacados por plagas fitosanitarias. Sin embargo, el estudio ha revelado que el cambio climático está provocando que, incluso aquellos árboles que viven en hábitats óptimos, se vean más afectados por plagas como la de los escarabajos perforadores, por efectos de la sequía. Los autores afirman que grandes olas de calor, en combinación con graves sequías, como las de los años 2015 y 2018, ponen a estos bosques al límite de su resistencia, exponiéndolos al ataque de los insectos, lo que posteriormente se traduce en mortalidades en grandes masas forestales.