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Las plagas se vuelven cada vez menos estacionales

Las plagas, por el cambio climático, se vuelven cada vez menos estacionales

27 Enero, 2022

La actividad de las empresas de control de plagas siempre se ha caracterizado por tener una cierta estacionalidad. Durante la primavera y el verano, con la llegada de temperaturas más cálidas, nuestro trabajo se multiplica por la mayor presencia de plagas, especialmente insectos. A finales de otoño y al llegar el invierno, nuestra actividad por lo general decae, debido a condiciones ambientales más desfavorables para la proliferación de los organismos nocivos. Sin embargo, fenómenos como el cambio climático, pueden estar contribuyendo a que las plagas se vuelvan cada vez menos estacionales. Esto es precisamente de lo que alerta la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA). De ello hablaremos a continuación, realizando algunas precisiones importantes.

En primer lugar, debemos hacer una distinción entre insectos y roedores plaga. Dentro de estos últimos, el ratón casero (Mus musculus) es una especie de interior, cría y vive dentro de muchas dependencias humanas. Por este motivo, se encuentra al margen de las condiciones ambientales externas y proporciona trabajo a las empresas de control de plagas durante todo el año. Con respecto a las ratas pardas o de alcantarilla (Rattus norvergicus) es más fácil verlas en parques o calles de las ciudades durante el buen tiempo. Pero en invierno no desaparecen, tienden a refugiarse en interiores. Es por eso que, con el mal tiempo, se multiplican los avisos relacionados con ruidos y daños provocados por estos roedores en falsos techos o cámaras de aire de viviendas o locales. En el otro extremo se encuentra la rata negra (R. rattus), una especie mucho más de exterior, a la que sí que puede afectar la temperatura ambiental. Es por ello que el cambio climático puede beneficiarlas. Esto, junto con la amplia disposición de alimento que les proporcionan las zonas urbanas, pueden ser la causa de que esta especie de rata se haya hecho últimamente más notable en ciudades como Madrid.

En el mundo de los insectos plaga, las cucarachas alemanas (Blatella germanica) y las chinches de cama (Cimex lectularius) son ejemplos claros de lo que podemos definir como bichos de interior. Proliferan en interiores, viviendo a costa de las personas, por lo que también se ven bastante indiferentes a las condiciones ambientales exteriores. Estos dos organismos representan muchas de las actuaciones que las empresas de control de plagas realizamos durante todo el año.

Sin embargo, sí que existen casos de insectos nocivos en los que se aprecian variaciones en cuanto a la estacionalidad de su incidencia. En primer lugar, las cucarachas que habitan en la red de saneamiento, es decir, la cucaracha negra (Blatta orientalis) y la cucaracha americana (Periplaneta americana). En ciudades de interior como Madrid, estas cucarachas solían ser más visibles y, por tanto, más molestas, durante los meses de verano. Sin embargo, cada vez es más frecuente encontrar ambas especies durante todo el año, aunque sigan siendo más abundantes en la época cálida. A lo largo de la prestación de nuestros servicios de control de plagas, detectamos ejemplares vivos de estas dos especies de cucaracha, incluso en pleno invierno. De este hecho se pueden sacar dos conclusiones importantes. Primero, la necesidad de adoptar todas las medidas de prevención y exclusión de organismos nocivos que los técnicos de control de plagas proponemos a nuestros clientes, con el objeto de evitar la entrada de este tipo de plagas. Y segundo, la importancia de tener un buen servicio de mantenimiento de control de plagas contratado en negocios y comunidades de propietarios. Aquello de hacer una única revisión al año en las instalaciones, durante  el verano, carece de sentido, cada vez más.

Pero sin lugar a dudas, el insecto nocivo que más se puede beneficiar del cambio climático es el mosquito. La subida de las temperaturas medias provoca que estos dípteros críen y se encuentren activos durante todo el año. De hecho, hay zonas de España donde pueden picarnos durante todo el año y ya no es raro que algún mosquito se cuele al interior de las viviendas en pleno invierno. La relevancia de este aspecto es clara, puesto que estamos hablando de uno de los insectos que suponen una mayor amenaza sanitaria para las personas. Algo muy parecido ocurre, en medios silvestres, con las garrapatas.

En conclusión, la tendencia de las plagas es a volverse más numerosas y menos estacionales por fenómenos como el cambio climático o la mayor eficacia de los sistemas de climatización de las dependencias humanas. Todo un reto para el que las empresas de servicios profesionales de control de plagas estamos preparadas.