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Explican por qué ciertas abejas de Costa Rica se convirtieron en carroñeras

Abejas que se alimentan de carne muerta y fabrican miel con ella

12 Enero, 2022

Si hubiera que citar a un insecto beneficioso y que genere cierta simpatía hacia las personas, las abejas con seguridad serían de las más mencionadas. Nada que ver con otros himenópteros como las avispas o las hormigas, ni por supuesto con otros insectos plaga. Las abejas cumplen un papel fundamental en los ecosistemas y son uno de los polinizadores más conocidos, aunque no las únicas. También es uno de los pocos casos de insectos que el ser humano ha conseguido “domesticar”, para sacar provecho económico de ello. Sin embargo, una investigación reciente ha puesto de manifiesto una faceta de una especie de abeja, un tanto siniestra. Lo vemos a continuación.

Por lo general, la imagen típica que tenemos sobre las abejas es la de las afanosas obreras recolectando néctar en los campos de flores. Dicho néctar, rico en azúcares, es la base fundamental para la fabricación de la tan apreciada miel. Pero no todas las especies de abejas se comportan de la misma manera. Hay algunos de estos himenópteros, las denominadas abejas sin aguijón (Tribu Meliponini), que no tienen una dieta estrictamente vegetariana, puesto que también recolectan carroña. Dentro de este grupo, hay casos en los que las abejas se han vuelto estrictamente necrófagas. ¿A qué se debe esto?

En realidad, muchos expertos consideran a las abejas como avispas que cambiaron a un estilo de vida vegetariano. Hay que recordar que las avispas necesitan del consumo de proteínas para alimentar a sus larvas. Dichas proteínas las obtienen bien de la captura de otros artrópodos o bien de la recolección de carroña. Por tanto, la necrofagia es un fenómeno frecuente en el mundo de las avispas, más raro y poco conocido en el de las abejas. La clave de cómo se han convertido las abejas en carroñeras reside en su microbiota, es decir, los microorganismos presentes en su tracto digestivo; según ha revelado un estudio realizado por un equipo de biólogos de la Universidad de California, en Riverside, y publicado en un artículo de la revista mBio que edita la Sociedad Estadounidense de Microbiología.

El equipo de investigadores se desplazó hasta las selvas de Costa Rica para estudiar a varias especies de abejas sin aguijón, mostrando especial atención a las del Género Trigona, que presentan un comportamiento necrófago estricto. Los científicos recolectaron 159 abejas meliponinas, de 9 géneros y 17 especies diferentes, abarcando tanto ejemplares de abejas polinívoras (que se alimentan de flores), necrófagas facultativas (complementan su dieta con carroña) y necrófagas estrictas. Para su captura emplearon cebos de carroña de pollo fresco, de unos 50 gramos aproximadamente, suspendidos en ramas mediante una cuerda, a 1,5 metros del suelo. El muestreo se realizó en dos estaciones de campo ubicadas en puntos distantes del país centroamericano. En cada una de las estaciones se distribuyeron 16 puntos de cebo. Tras su traslado a los laboratorios de la universidad californiana, se procedió a analizar los contenidos intestinales de los ejemplares y se extrajo su ADN.

Los resultados obtenidos mostraron que el tipo de alimentación ha supuesto un cambio significativo en cuanto a la microbiota intestinal de las abejas. Así, en la mayoría de las abejas de estudio, se encontraron cinco tipos de bacterias principales, que no se han visto modificadas en 80 millones de años de evolución. Sin embargo, las abejas buitre poseen un sistema digestivo que se asemeja más al de otros animales carroñeros. En concreto, sus intestinos son ricos en bacterias acidófilas. Este aspecto es algo que las diferencia claramente de las otras especies de abeja sin aguijón que no consumen carroña. Dichos microorganismos, como decimos presentes también en otros carroñeros, son necesarios para protegerse de los patógenos asociados a la carne muerta. Los autores apuntan a que este tipo de alimentación surgió debido a la intensa competencia que existe por el polen y el néctar, en las regiones tropicales y subtropicales, por parte de las abejas.

A modo de curiosidad, decir que las abejas buitre también fabrican miel, rica en aminoácidos y azúcares libres, perfectamente comestible. Los investigadores han podido comprobar cómo las obreras utilizan la carne consumida para producir secreciones de la glándula hipofaríngea, exactamente de igual forma que las abejas melíferas, aunque empleando una materia prima totalmente diferente.