Continúan los problemas de chinches en Madrid

19 Septiembre, 2014

El madrileño barrio de Lavapiés sigue sufriendo con la plaga de chinches en algunos de sus edificios. Y es que desde que saltó la noticia hace unos meses, la situación no parece haber mejorado, sino más bien todo lo contrario, puesto que está obligando a ciertos vecinos a abandonar sus casas.

Ya colgamos un post sobre la chinche común de las camas (Cimex lectularius) a raíz de las informaciones publicadas sobre la aparición de estos insectos en el hospital Niño Jesús. En él decíamos que, lejos de ser un problema del pasado, las chinches de las camas se están convirtiendo en los últimos años en una plaga emergente. Tal es así, que la Agencia de Salud Pública de Barcelona afirma que el número de ciudadanos preocupados por la presencia de este parásito en sus hogares ha aumentado significativamente, y la cantidad de consultas realizadas a empresas de control de plagas, está ya a la par de las efectuadas por presencia de cucarachas.

Y es que desde el punto de vista de la salud pública no son un asunto menor. Todas las fases del ciclo de vida de las chinches pican, ninfas y adultos, y a diferencia de otros insectos hematófagos, lo hacen de manera repetida y continua, siempre que tengan disponible su fuente de alimento, el hombre. El daño directo por la picadura es el menor de los efectos causados, puesto que en un primer momento rara vez produce dolor y suele pasar desapercibida. Sin embargo, es posible la aparición posterior de problemas cutáneos menores como sensibilización cutánea o infecciones por rascado. También pueden ocasionar stress y trastornos del sueño. Desde el punto de vista sociológico, tener chinches en casa puede suponer estigma social, vergüenza e incluso rechazo.

Pero lo verdaderamente importante es su indeterminado papel como vectores de enfermedades. Si bien es verdad que no se ha demostrado empíricamente la transmisión de ninguna de ellas, son citados hasta 28 tipos diferentes de patógenos que en teoría podrían estar implicados. Entre ellos destacan los de la Hepatitis C, la Hepatitis B, el Virus de la Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), la Tularemia o la Enfermedad de Chagas.(1)

Con respecto a los posibles tratamientos a adoptar para su erradicación (para esta especie el nivel de tolerancia es 0) hay que decir que nos encontramos con uno de los retos técnicos más difíciles a los que se enfrenta una empresa de control de plagas. No se trata de una simple “fumigación”, sino que el proceso es bastante más complejo y por consiguiente más costoso.

Es fundamental, en primer lugar, la preparación de la habitación donde se vaya a desinsectar así como de las contiguas; su aislamiento; el desmontaje cuidadoso de todo el mobiliario y demás apliques de techos y paredes; la retirada cuidadosa y posterior tratamiento de ropa, lencería y colchones. En cuanto al tratamiento a adoptar, la combinación de diferentes técnicas, ya sea con el empleo de químicos (uso de biocidas residuales junto con nebulizaciones para el desalojo, aplicación de insecticidas para crear zonas barrera, etc.) o mediante procesos físicos (aspiración, calor seco, calor húmedo, frío, etc.); parece ser la mejor opción. En la mayoría de las casos el procedimiento deberá ser repetido varias veces para obtener resultados óptimos.

Como consejos a la hora de actuar frente a la aparición de chinches en los hogares, decir que abordar el problema en su fase inicial es fundamental. No intentar nunca atajar la infestación por cuenta propia, puesto que el uso de insecticidas domésticos puede provocar la expansión de la plaga. Consultar y contar siempre con profesionales competentes. Tal y como hemos visto, por su gran complejidad, los tratamientos efectivos frente a las chinches de cama nunca podrán ser “low cost”.

(1) Cámara Vicario, J.M.; Calvo de Mora, C.; Vázquez Martínez, M.A. et al. (2009). Manual de prevención y gestión de plagas para la industria hotelera. Chinches. 1ª Edición. MadridSalud.

Biodal Control Ambiental ofrece, entre sus servicios de desinsectación, la eliminación de chinches de las camas.