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Importancia y métodos de control de moscas en la industria alimentaria

Por qué controlar la presencia de moscas en la industria alimentaria y cómo hacerlo

24 Febrero, 2021

Nuestros clientes de la industria alimentaria, desde la hostelería (bares, restaurantes, cafeterías, pubs...), pasando por tiendas de alimentación, supermercados, panaderías, pastelerías, fruterías, carnicerías, herbolarios, locales de distribución de alimentos y bebidas, etc.; suelen ser conscientes de la importancia del servicio de control de plagas que les prestamos. Conocen los problemas sanitarios que pueden crear cucarachas, hormigas, ratas o ratones en sus negocios. Por no hablar también, de los daños materiales y económicos. Sin embargo, en líneas generales, le suelen dar menos importancia a otros insectos con relevancia en sanidad ambiental: las moscas. Algunos de nuestros clientes de este sector, no consideran conveniente o no han tenido en cuenta, adoptar medidas para prevenir la entrada y/o proliferación de estos insectos voladores. Sin embargo, tal y como recordaremos a continuación, es un error.

Esta minusvaloración del peligro potencial que suponen, no debe contemplarse en ningún caso. El control de la presencia de moscas no debe realizarse únicamente porque sean una auténtica molestia para el personal y los clientes de los establecimientos. Estos dípteros tienen una gran incidencia sanitaria en la industria alimentaria, en aquellas instalaciones en las que se fabriquen, procesen, manipulen, comercialicen o sirvan alimentos y/o bebidas. Como ya decíamos en un artículo anterior, las moscas, debido a su particular forma de vida, puesto que crían y se alimentan de materiales que podemos denominar insalubres, son unos auténticos y efectivos vehículos de transporte para gran cantidad de patógenos como Salmonella o Escherichia coli, entre otros. Dichos microorganismos viajan alojados en las vellosidades de sus cuerpos, en las almohadillas de sus patas o en el interior de su aparato digestivo. Esto, unido a su gran capacidad de movimiento, les permite posarse y contaminar cualquier alimento o superficie, por muy inaccesible que se encuentre. Por no hablar del efecto visual que produce en los clientes, al entrar en un local lleno de moscas o, peor aún, encontrarse alguna en su plato.

Las moscas pasan el invierno en sus etapas inmaduras o como adultos refugiados en estructuras aislantes; esperando la llegada de condiciones ambientales favorables para reiniciar su ciclo biológico. Las hembras siempre depositan sus huevos sobre un sustrato orgánico (restos de alimentos, desperdicios, basura, heces, etc.) para que al eclosionar, sus larvas tengan alimento. Esto es muy importante a la hora de incidir en la necesidad de una buena limpieza diaria de las instalaciones. Hay que tener en cuenta que, dependiendo de la especie, las hembras pueden depositar hasta 150 huevos que eclosionarán en un periodo de 8 horas a 3 días. Las larvas pueden madurar en tan sólo 3 días. Los adultos, con capacidad de reproducción, apenas viven un mes.

El control de moscas en instalaciones de la industria alimentaria debe realizarse de varias formas. Por un lado, adoptando medidas preventivas o de exclusión, destinadas a evitar la entrada de los insectos. Por ejemplo, telas mosquiteras en las ventanas, si éstas permanecen abiertas, cortinas plásticas o de aire en las puertas, etc. Por otro lado, medidas que eviten su proliferación, principalmente mediante el mantenimiento de unas adecuadas condiciones de limpieza e higiene, retirando restos de alimentos, suciedad; etc.; sin olvidarnos de no dejar alimentos expuestos, mantener tapados y limpios los cubos de basura, retirar con frecuencia la basura de las instalaciones, etc. Por último, los negocios deben contar con dispositivos de control propiamente dichos, es decir, los denominados aparatos mata-insectos o trampas de luz UV para insectos voladores. Recordamos que, para que sean efectivos, deben estar instalados en un lugar adecuado dentro de las instalaciones.

En establecimientos de industria alimentaria, hay diferentes tipos de insectos voladores a tener en cuenta. Por un lado, las moscas comunes, las más habituales, entre las que se encuentra Musca domestica y otras especies similares. Hay que diferenciarlas de las moscardas (Familia Sarcophagidae), que si aparecen de repente y en elevado número, nos está indicando que hay carne en descomposición. Es una situación típica que ocurre, por ejemplo, cuando hay roedores muertos. Por otro lado, las denominadas moscas de la fruta (Género Drosophila), presentes cuando hay fruta o verdura en mal estado o derrames de líquidos, por ejemplo cerveza. En último lugar, las moscas de humedad Psychoda sp., Clogmia sp., etc., asociadas a humedades, encharcamientos o pérdidas de agua. Para diferenciar todas ellas y combatirlas, contrate los los servicios de Biodal Control Ambiental, especialistas en el control de éstas y otras plagas en Madrid.