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Instalar cajas nido beneficia al control biológico de plagas

Demuestran la utilidad de la instalación de cajas nido para aves en el control de plagas de cultivos

18 Febrero, 2021

El favorecimiento de las poblaciones de depredadores de especies plaga es una de las estrategias más comunes dentro del control biológico de plagas. Dentro de ella, una de las líneas de actuación más habituales es la instalación de cajas nido para la cría y el establecimiento de diferentes especies de aves y murciélagos. Esta técnica se aplica tanto en zonas urbanas, normalmente para el control de las poblaciones de mosquito, como en medios rurales, destinada para la lucha contra plagas de cultivos o plagas forestales. Sin embargo, cabría preguntarse si este tipo de iniciativas tienen realmente una incidencia clara sobre las plagas que se quieren combatir. Una investigación ha tratado de responder a esta cuestión.

La Universidad de Oviedo, conjuntamente con el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), se han propuesto comprobar si la instalación de cajas nido para aves mejora el control de plagas que afectan a los cultivos de manzanos dedicados a la producción de sidra en Asturias. El estudio llevado a cabo por investigadores de ambas instituciones y publicado en un artículo de la revista Journal of Applied Ecology, ha comprobado que este método ofrece resultados positivos de manera significativa.

La investigación, realizada entre 2018 y 2020, ha consistido en combinar un experimento a gran escala con observaciones de campo más minuciosas. Así, los autores han observado como las aves que anidan en las cajas nido instaladas, capturan a diario una gran cantidad de artrópodos para alimentar a sus pollos, reduciendo notablemente la incidencia de insectos plaga que afectan a los cultivos de manzano. En concreto, se seleccionaron 24 huertos de manzanos, ubicados en el centro de Asturias y distribuidos en una extensión regional de 600 km2. Los huertos fueron divididos en dos grupos experimentales, un grupo con cajas nido, en el que se instalaron estos dispositivos; y un grupo de control, sin cajas nido. Del más del centenar de cajas nidos instaladas, los investigadores comprobaron que aproximadamente un tercio de las mismas fueron ocupadas, todos los años, por aves insectívoras. Estas cajas ocupadas estaban además distribuidas por todas las fincas de estudio.

Para comprobar el efecto de las cajas nido, los investigadores emplearon por un lado señuelos de plastilina verde que simulaban orugas de insectos, con el fin de cuantificar el grado de depredación de las aves sobre los insectos plaga. Por otro lado, se realizaron muestreos para calcular la biomasa de artrópodos presentes en los manzanos en terrenos con y sin cajas. Los resultados del trabajo de investigación, pionero hasta la fecha a la hora de determinar la eficacia de las cajas nido para aves en el control de plagas, demostraron una disminución de la biomasa de artrópodos en las fincas con estos dispositivos, además de una reducción significativa en la probabilidad de aparición de plagas en los manzanos. Además, se comprobó que los efectos no se limitaban únicamente a los huertos, sino que el efecto de la depredación de las aves instaladas en las cajas nido, se extendía por las inmediaciones de las explotaciones agrícolas. Se identificó por otro lado al herrerillo común (Cyanistes caeruleus), como uno de los controladores de plagas más eficaces. El trabajo, eso sí, no entró a valorar diferencias en cuanto al rendimiento de los cultivos.

Por lo tanto, según los autores, queda demostrada la utilidad de las cajas nido para aves insectívoras a la hora de mejorar el control de plagas de los manzanos, a escala regional. Por ello, animan a los agricultores y productores de sidra a adoptar este sistema, económico y susceptible de recibir subvenciones. Hay que tener en cuenta que el grado de aceptación de este tipo de técnicas no siempre va a ser el mismo. En la zona de estudio, formada en su mayoría por huertos pequeños, entre 0,5 y 4 hectáreas, con baja densidad de árboles, los productores, muchos de ellos no profesionales, muestran una alta tolerancia cultural a las plagas. Esto, unido a que el daño estético no es demasiado relevante en las manzanas empleadas para la producción de sidra, hace que los tratamientos fitosanitarios no sean muy frecuentes. Por tanto, la implantación de este tipo de estrategias alternativas resulta, a priori, mucho más sencilla.