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¿Podrí­a la pandemia acabar con las plagas de chinches de cama?

¿Podrí­a la pandemia acabar con las plagas de chinches de cama?

21 Enero, 2021

Pocas cosas positivas pueden sacarse de la pandemia debida a la COVID-19 que llevamos casi un año sufriendo. Si acaso, la reducción en los niveles de polución de las grandes ciudades, como consecuencia del confinamiento. O la recuperación de bosques y especies silvestres gracias a los meses en los que el ser humano tuvo que estar encerrado. La reducción o ausencia de algunas actividades, podría también tener sus efectos positivos sobre determinadas plagas. Es lo que ocurre con la caída del turismo y la proliferación de las chinches de cama. ¿Es posible que la pandemia pueda acabar con una de las plagas que mayor incidencia ha tenido en los últimos años? A esta cuestión trataremos de responder a continuación.

Ya hablamos al inicio de la pandemia de cómo la cuarentena podría afectar a las plagas urbanas más habituales. Cucarachas, hormigas, ratas o ratones se habrían visto afectadas de manera distinta por los cambios en el comportamiento humano; en muchos casos beneficiándose, por ejemplo, con la reducción de los tratamientos de control en las redes de saneamiento. En otros casos también han resultado perjudicadas, por la falta de recursos disponibles que les aportaba, por ejemplo, el sector hostelero.

Con respecto a las chinches de cama, ya apuntábamos entonces lo que podría significar el parón del turismo y la caída tan acentuada de los viajes, una de las principales vías que tiene esta plaga para expandirse. Después de tantos meses en los que esta actividad ha estado tan mermada, con cierres de instalaciones hoteleras y reducción drástica de los desplazamientos turísticos, especialmente después del verano, ¿sería posible que las chinches de cama se vieran seriamente afectadas? Los expertos lo tienen claro. Aunque la incidencia de esta plaga pueda disminuir momentáneamente, mientras dure esta complicada situación, las chinches de cama resurgirán con fuerza una vez que se normalice el tráfico de viajeros.

Hay que tener en cuenta que, ante la ausencia de personas de las que alimentarse, las chinches pueden permanecer inactivas durante meses, conservando sus propios recursos. Por tanto, muchas de ellas no tendrán problemas a la hora de sobrevivir a la ausencia de turistas. Una vez que vuelvan a reaparecer sus fuentes de alimento, las chinches serán capaces de percibir el CO2 exhalado por las personas, así como su temperatura corporal. Esto hará que se activen rápidamente y busquen sangre de manera inmediata. La temperatura ambiental afecta también a la actividad de las chinches. Así, a temperaturas de más de 30ºC, estos insectos plaga tienden a alimentarse de forma frenética, aumentando con ello su capacidad de reproducción. Por tanto, en países cálidos, la ausencia de turistas en los alojamientos hoteleros sí que puede ser determinante, puesto que morirán rápidamente de inanición. Sin embargo, a temperaturas por debajo de los 13ºC, las chinches se vuelven inactivas, deteniéndose la eclosión de los huevos, así como el desarrollo de las ninfas. De esta forma, en regiones templadas, al apagarse las calefacciones de los alojamientos, las chinches se inactivan, pudiendo soportar la falta de huéspedes durante bastantes meses.

Esto con respecto a la actividad turística y los movimientos de viajeros. Pero hay que tener en cuenta que las plagas de chinches han seguido activas durante este tiempo en los hogares y otros tipos de residencias que no han dejado de tener ocupación humana. El traslado de personas de unas viviendas a otras, junto con su equipaje y pertenencias, es otra de las principales vías de expansión de estos insectos. De hecho, durante la pandemia, las empresas de control de plagas hemos seguido recibiendo avisos por presencia de chinches de cama en este ámbito particular. A su vez, los hogares pueden servir de reservorio de la plaga para futuras reinfestaciones, una vez se vuelvan a normalizar los desplazamientos a nivel global.

Por tanto, la respuesta es no, la pandemia no va a acabar con las plagas de chinches de cama. Las chinches resurgieron para quedarse. Estos insectos, como cualquier otra plaga, poseen los mecanismos adaptativos necesarios para sobrevivir en las peores condiciones. Por eso precisamente son plagas, tan difíciles de controlar, algo que sólo los profesionales de la sanidad ambiental podemos realizar de una forma eficaz y segura.