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Se cumplen diez años de la llegada de la avispa asiática a España

Diez años desde que la avispa asiática llegó a España

22 Diciembre, 2020

Una de las especies exóticas invasoras más conocidas, entre aquellas que han conseguido establecerse en España, es la avispa asiática (Vespa velutina). Como sabemos, por sus efectos sobre la biodiversidad autóctona y sobre los sistemas productivos locales, puede ser considerada una auténtica plaga. Por ello, cada año se invierten ingentes cantidades de dinero para tratar de controlarla. Este año 2020 se ha celebrado un triste aniversario, puesto que se cumplen diez años desde que este insecto invasor fue detectado por primera vez en nuestro país.

En España, la primera cita de la avispa velutina tuvo lugar en agosto de 2010, en Amaiur, una población de la comarca navarra de Baztán. Ese mismo año fue detectada también en el País Vasco, en Guipúzcoa. Su entrada a nuestro país tuvo lugar desde Francia, donde la velutina fue declarada oficialmente introducida en el año 2006. Desde entonces, se ha ido extendiendo de forma imparable por territorio español sin que, por el momento, se haya podido frenar ni controlar su presencia. Como recordamos, en la actualidad la avispa asiática está presente en toda la franja Cantábrica, además de en Navarra, Cataluña, Baleares, La Rioja y algunas zonas de Castilla y León, especialmente en Burgos. Existen también algunos avistamientos aislados en Cáceres. En la Península Ibérica también ha llegado a distribuirse por prácticamente la mitad de la superficie de Portugal.

La presencia de V. velutina es negativa,en primer lugar, porque no sólo depreda sobre las abejas, sino también sobre otros insectos, para la alimentación de las larvas, puesto que en estado adulto se nutren de néctar y frutas maduras. Además, reduce la abundancia relativa de las especies de avispones locales y podría alterar también las poblaciones de otros polinizadores. En segundo lugar, las pérdidas económicas como consecuencia de su incidencia en la actividad apícola. Hay que tener en cuenta que una sola avispa asiática es capaz de capturar entre 25 y 50 abejas por día. Pero las pérdidas no son sólo por bajas en los efectivos de las colmenas, sino también por el estrés que les provocan a las abejas, lo que se traduce en una disminución en la producción apícola. Con respecto a la afección sobre la salud humana, ya hemos dicho en otras ocasiones que no resulta más peligrosa que otras avispas locales.

Pero no todos son malas noticias durante estos diez años de colonización. Un territorio español ha declarado recientemente que ha conseguido erradicar la plaga. Se trata de Baleares y ha sido la primera región europea en conseguirlo. ¿Cómo lo han logrado? Con un sistema simple de localización y seguimiento. En una primera fase, los técnicos del gobierno balear emplean trampas con atrayente alimentario para capturar obreras. Si algún ejemplar cae en ellas, se pasa a la siguiente fase, la localización del avispero. Para ello, utilizan otras trampas con restos de pescado como cebo y vigilan la zona para averiguar cuál es la trayectoria de regreso al nido. Han podido así comprobar que las velutinas vuelven a la colonia siguiendo una línea recta. Por ello, en esa misma dirección, van moviendo las trampas de pescado. Cuando aumenta el número de avispas, indica que se está llegando a la zona donde se ubica el avispero, hasta que pueden localizarlo. El sistema se ha ido perfeccionando con el tiempo. El resultado es que, desde hace dos años, no se tiene constancia de la presencia de la especie en la región.

Sin embargo, éste es un éxito relativo. Hay que tener en cuenta que la vigilancia de la avispa asiática en Baleares se ha llevado a cabo desde el primer momento de su detección, en 2015. Se ha empleado a un equipo de 6 técnicos dedicados en exclusiva, diariamente, a localizar velutinas y otras especies exóticas. Además, cuenta a favor el hecho de tratarse de islas, donde la introducción de ejemplares es, a priori, más fácil de detectar. El clima mediterráneo también ayuda, puesto que no es demasiado favorable para la avispa asiática. Por tanto, no es fácil que pueda extrapolarse esta experiencia a otras zonas de España, sobre todo a aquellas donde V. velutina lleva años instalada y en la que su erradicación, en la práctica, resulta improbable. Sin embargo, el ejemplo de Baleares demuestra que, poniendo los recursos necesarios para controlar esta plaga, se podría conseguir por lo menos frenar su expansión.