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Descubren en Madrid una población de un raro insecto en peligro de extinción

Descubre en Madrid una población de un raro insecto que se encuentra en peligro de extinción

9 Septiembre, 2020

Algunos grupos de insectos, como las cucarachas, las hormigas, las chinches de cama, las termitas o los gorgojos, por poner sólo algunos ejemplos, constituyen molestas plagas que provocan cuantiosos daños al ser humano. Por sus efectos nocivos, a no pocos les importaría que desaparecieran todas sus poblaciones del planeta. Desde luego, no a las empresas de control de plagas, puesto que nos quedaríamos sin trabajo. Por el contrario, también hemos visto en esta sección como muchos otros insectos, que cumplen importantes funciones para los ecosistemas, presentan drásticos descensos en sus poblaciones, debido a diversos factores. Algunos “bichos” en cuestión, como del que hablaremos a continuación, se encuentran incluso en claro peligro de extinción; aunque su situación no tenga, desde luego, la misma repercusión que la de otros animales emblemáticos como el lince ibérico o el águila imperial ibérica.

Durante este verano, agentes forestales de la Comunidad de Madrid han localizado una pequeña población de un particular insecto incluido en la lista de especies en peligro de extinción de Madrid y de Castilla-La Mancha. Se trata de un ortóptero, Orden al que pertenecen saltamontes, langostas y grillos. Se le conoce como Saga pedo, aunque su nombre científico correcto es Gryllus pedo. La población ha sido hallada en las inmediaciones de la localidad madrileña de Colmenar del Arroyo.

Según se recoge en las Bases ecológicas preliminares para la conservación de las especies de interés comunitario en España, en su apartado para invertebrados, hasta ahora sólo se conocen 17 citas de la especie en nuestro país, repartidas por varias localizaciones muy reducidas ubicadas en las comunidades de Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León o Cataluña. En Madrid también se habían localizado anteriormente en Miraflores, Galapagar y El Berrueco, localidades a las que hay que añadir esta última recientemente descubierta. Lo particular de este insecto es que se trata de una especie con una amplia distribución, puesto que se extiende por Europa y Asia, llegando hasta el noroeste de China, siendo la Península Ibérica su límite occidental. Sin embargo, se puede afirmar que es un insecto raro, puesto que presenta poblaciones muy localizadas y constituidas por un bajo número de ejemplares, no sólo en España. Todas estas características le confieren un gran interés para su conservación.

Se trata del mayor ortóptero del continente europeo, llegando a medir hasta 120 mm de longitud. Además, para seguir aumentando el grado de rareza del bicho, hay que decir que hasta ahora sólo se han encontrado hembras de esta especie, lo que quiere decir que se reproducen por partenogénesis obligatoria. No existe, por tanto, el macho de la especie. No poseen alas y su coloración es verde, más oscuro ventralmente que en la zona dorsal, adquiriendo tonos más ocres conforme avanza su ciclo biológico. Otra particularidad del Gryllus pedo es que es carnívoro, algo bastante inusual entre los ortópteros, siendo precisamente los grillos y saltamontes sus presas predilectas. Para ejecutar sus labores de caza, es capaz de mimetizarse perfectamente con el entorno.

Vive en formaciones herbáceas densas, en rastrojos de campos cultivados, en matorrales como jarales, brezales o zarzales, o en formaciones arbustivas de enebros. También se ha podido observar en zonas de vegetación higrófila como los juncales. La poca densidad de sus poblaciones y la elevada fragmentación de su área de distribución pueden explicarse por la prolongada diapausa de sus puestas, puesto que los huevos pueden permanecer sin eclosionar entre dos y cinco años, y por la alta tasa de mortalidad de las ninfas. Sus principales factores de amenaza son la captura de ejemplares por diversas razones, entre ellas el coleccionismo; el empleo de biocidas, el desarrollo desmesurado de las formaciones forestales y la destrucción de su hábitat, principalmente de las zonas arbustivas para convertirlas en áreas de pastoreo intensivo.

Este asombroso descubrimiento pone de manifiesto, una vez más, la gran diversidad, pero también la fragilidad, que presenta el grupo de los insectos; cuyas poblaciones se están viendo afectadas seriamente por factores como la contaminación, el cambio climático o la destrucción de los ecosistemas. Un elemento más de la biodiversidad que merece la pena proteger. Porque en el mundo de los insectos, no todo son plagas.