¿Patos chinos para combatir la plaga de langostas en Pakistán?

25 Marzo, 2020

Una de las plagas más arraigadas en la cultura popular, con connotaciones incluso bíblicas, es la de las langostas. Estos insectos, perteneciente al Orden Orthoptera y a la Familia Acrididae, han causado infinidad de problemas a lo largo de la historia, afectando drásticamente a la calidad de vida de múltiples civilizaciones desde la Antigüedad. Como recordamos, estos insectos presentan dos fases o formas de vida totalmente distintas. En la denominada fase solitaria, las langostas no generan ninguna plaga; los ejemplares se alimentan de forma individual de los pastos y no se desplazan. Sin embargo, en la fase gregaria, precedida por unas condiciones ambientales determinadas, que hacen que aumente enormemente su fecundidad y por tanto sus poblaciones; las langostas forman masivos enjambres que pueden desplazarse largas distancias, consumiendo a su paso pastos, matorrales y, por supuesto, cultivos. Los daños en las cosechas son tan graves que pueden contribuir decisivamente en las hambrunas de determinadas zonas geográficas del planeta. Algunas de las especies más habituales que desarrollan estos comportamientos tan nocivos son la langosta del desierto (Schistocerca gregaria), la langosta migratoria (Locusta migratoria) y la langosta mediterránea (Dociostaurus maroccanus).

Viendo la relevancia de las consecuencias de estos insectos plaga, es clara la importancia de todas las medidas que se adopten para su control. Por lo general, para combatir a las langostas se emplean diferentes tipos de estrategias, desde el control químico, pasando por la vigilancia y alerta temprana, el control biológico, hasta las medidas culturales. Sin embargo, una iniciativa en la lucha contra este insecto nos ha llamado la atención por su singularidad. Se trataría del envío de un ejército de unos 100.000 patos desde China a Pakistán, con el objetivo de que las aves se coman las langostas y ayuden a controlar la plaga.

El Gobierno Chino está ayudando a Pakistán a combatir la plaga de langostas del desierto, que sufre desde hace unos meses. Se da la circunstancia de que Pakistán es una de las posibles zonas de origen de esta plaga, declarada por la ONU como una de las peores desde hace décadas y que actualmente afecta a más de una docena de países, muchos de ellos en el nordeste de África. Una de las estrategias de las que se había informado es el envío de los patos, un contingente de “armas biológicas” contra las langostas, puesto que cada ejemplar sería capaz de comer hasta 200 insectos al día, siendo incluso mucho más voraces que otras aves domésticas como las gallinas. El inusual método estaría probándose en la región occidental china de Xinjiang, para posteriormente, en la segunda mitad del año, ser puesto en marcha en Pakistán. Esta peculiar forma de actuar contra las langostas se caracterizaría por ser barata, eficaz y de un bajo impacto ambiental.

A pesar de haber sido difundida por varias agencias de noticias y haber aparecido en diversos medios de comunicación, el uso de patos no parece una solución real. La colaboración de China en la lucha contra las langostas en Pakistán sí es oficial pero no está confirmado que mandar al ejército de aves se esté barajando como una opción seria. Expertos dudan de la eficacia de los patos para combatir a las langostas a gran escala, así como de la propia supervivencia de las aves en muchas de las regiones donde la plaga está presente. No es la única noticia falsa sobre las langostas que se han podido ver en los medios de comunicación. También se informó de la llegada de los insectos a Canarias, procedentes de África, en un momento en que las Islas estaban sufriendo las restricciones impuestas por los episodios de calima de finales del mes de febrero. Varios videos difundidos alertaban de la presencia de langostas, cuando en realidad los insectos que podían observarse eran libélulas.