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Una nueva plaga invasora amenaza el Manzanares en Madrid

Una nueva plaga invasora amenaza el río Manzanares en Madrid

26 Diciembre, 2019

Cuando se habla de plagas invasoras, normalmente se hace referencia a organismos del reino animal. En España tenemos un buen catálogo de ejemplos, desde algunos invertebrados, pasando por todos los grupos de vertebrados que existen. Sin embargo, las plantas también tienen su propio potencial de colonización. Sin capacidad de movimiento propia, pueden dispersarse a través de distintos mecanismos como puede ser el viento, el agua, el transporte de mercancías u otras acciones humanas. Por tanto, aunque menos conocidas, existen varios casos de vegetales invasores que están provocando graves problemas en nuestro país y en otras partes del mundo. Uno de ellos ha sido detectado recientemente en Madrid y de él hablaremos a continuación.

Un tramo del río Manzanares ha sido colonizado por uno de estos vegetales exóticos, concretamente una especie acuática común dentro del mundo de la acuariofilia. Muchos aficionados la utilizan para decorar sus acuarios, pudiendo comprarse fácilmente por internet. Se trata de la conocida como planta de esponja (Limnobium laevigatum), procedente de Sudamérica y América Central. Su descubrimiento fue realizado el pasado 19 de octubre, cuando un botánico que paseaba por las inmediaciones de la presa del Grajal, en la localidad de Colmenar Viejo, detectó la planta y avisó al 112. Varios expertos se desplazaron a la zona para comprobarlo y verificaron que efectivamente no se trataba de ninguna especie local, sino de la citada planta invasora.

L. laevigatum es un hidrófito flotante perenne, provisto de tallos estoloníferos que emiten raíces fasciculadas en sus nudos. Las hojas, de hasta 50 x 40 mm de superficie, son elípticas o circulares. Su capacidad para flotar es debida al tejido esponjoso lleno de aire que poseen en el envés de estas hojas. Crecen formando rosetas flotantes que se desprenden fácilmente con la corriente, lo que favorece nuevas colonizaciones dentro del cauce. Por tanto, la planta puede extenderse a gran velocidad, en zonas donde el río queda remansado o con corriente débil, sobretodo en meandros, represas u oquedades de rocas aisladas de la fuerza del agua.

La población de la planta invasora que se ha localizado se encuentra, aparentemente, en expansión y distribuida por un tramo del cauce del Manzanares de unos 150 m de longitud. Afecta a ambas orillas aguas arriba de la mencionada presa, destacando la localización de una balsa formada en una oquedad del cauce, de unos 3 metros de diámetro, tapizada completamente por el vegetal. A pesar de que no está recogida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, la forma de crecimiento de la planta, junto con su facilidad para dispersarse, hacen de ella una especie muy peligrosa. De forma similar a lo que ya vimos con el invasor camalote o jacinto de agua en el Guadiana, estos extensos tapices impiden la llegada de la luz solar, reducen significativamente el oxígeno del agua y alteran otras muchas condiciones, lo que termina afectando irremediablemente a las comunidades acuáticas locales donde se han establecido.

¿Cómo ha llegado esta plaga invasora a Madrid? No existen datos concretos, pero sí una teoría. Al ser una planta acuática común en muchos acuarios, lo más probable es una liberación intencionada o accidental de la misma, bien en la zona de localización, a través de desagües, sumideros o incluso desde el propio inodoro o lavabo de una vivienda. Por ello, una vez más hay que recalcar la importancia de no liberar organismos en cautiverio al medio, especialmente si se trata de especies exóticas. Las actuaciones realizadas hasta el momento para el control de la plaga han consistido en la retirada mecánica de los ejemplares localizados, unos 40 kilos en total. Es imprescindible además la vigilancia y el seguimiento de la situación puesto que, a pesar de que aguas arriba y abajo de la zona de localización no se han encontrado nuevas poblaciones; dada la dificultad de acceso al cauce en muchos puntos y su enorme facilidad de dispersión, no es descartable que la planta se haya asentado en otras zonas del río.