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Ahuyentar moscas con el número 58 y otros mitos para el control de plagas

El 58 para ahuyentar moscas y otros mitos para el control de plagas

11 Septiembre, 2019

El control profesional de plagas es la opción más segura y eficaz para eliminar la presencia de organismos nocivos, así como para evitar su aparición o proliferación en negocios, comunidades de propietarios o viviendas. Cualquier otro método, ya sea el uso de insecticidas o raticidas domésticos, o la aplicación de remedios caseros, puede provocar daños en la salud de las personas, además de agravar el problema en lugar de solventarlo. Entre estos “métodos alternativos”, poco o nada eficaces, destacan las diversas soluciones que la mitología popular nos aporta para eliminar plagas de insectos o roedores. Una de ellas nos ha llamado la atención por sus sorprendentes “capacidades” para repeler a las plagas.

En determinadas regiones de España, con especial arraigo en el norte, existe la creencia de que colocando carteles con el número 58 impreso, en las paredes de los establecimientos, se evita la entrada de moscas al interior de los mismos. El origen de esta leyenda es incierto pero no se trata de una costumbre antigua en desuso, puesto que en la actualidad es posible ver algunos negocios que llevan a la práctica esta técnica tan surrealista. Al parecer, las propiedades repelentes del 58 tendrían que ver con el hecho de que a las moscas les puede recordar a una telaraña, según algunas teorías. Otras van más allá y afirman que su capacidad está relacionada con el hecho de que las cebras, gracias a sus rayas blancas y negras, son de los pocos animales que no sufren las picaduras de las moscas tsé-tsé (Género Glossina), transmisoras de la enfermedad del sueño. Pero entonces, ¿por qué no imprimir directamente una telaraña o cualquier otro número en negro sobre fondo blanco? Ni que decir tiene que este mito no tiene ninguna base científica ni ningún sentido práctico.

El control de insectos voladores debe hacerse, en primer lugar, mediante la adopción de medidas preventivas que eviten su acceso y proliferación en las instalaciones; como puede ser la colocación de mosquiteras en ventanas, cortinas plásticas o de aire continuo en las puertas, mantener cerradas las puertas de aquellos lugares en los que se manipulen alimentos o unas condiciones adecuadas de higiene y limpieza. Si aun así, moscas, mosquitos o avispas han conseguido acceder, por lo general, su eliminación se lleva a cabo con aparatos atrapa-insectos, los denominados insectocutores o insectocaptores. Éstos, deben estar correctamente ubicados en los locales y provistos de una lámpara de luz UV, nunca de luz blanca. El mantenimiento periódico, incluida la limpieza y el recambio de sus lámparas y de las láminas adhesivas correspondientes, es imprescindible para un control efectivo de estos insectos voladores.

Por muy gracioso o curioso que pueda parecernos el empleo del número 58 para prevenir la aparición de estos dípteros, nunca hay que olvidar la importancia sanitaria del control de moscas, especialmente en la industria alimentaria. Estos insectos son potenciales transmisores de patógenos, puesto que pueden contaminar aquellos alimentos sobre los que se posan con bacterias, hongos y parásitos. Por tanto, su gestión no debe tomarse a broma ni dejarse a merced de consejos populares sin ningún tipo de eficacia. Por desgracia, no es el único caso, la sabiduría popular está repleta de remedios contra las plagas. Quizá de los más conocidos sea la colocación de hojas de laurel para deshacerse de las cucarachas. Otras fórmulas recogen la infusión de ajenjo, el pepino, el bicarbonato con azúcar, diferentes aceites esenciales, el zumo de limón, la mezcla de mantequilla con ácido bórico, los polvos de talco o tiza o el espolvoreo de harina para combatir a las hormigas, entre una larga lista. Todos ellos tienen tan poca o nula utilidad como los “sofisticados” aparatos electrónicos repulsores de plagas o por ultrasonidos, anunciados en la teletienda y de los cuales hemos hablado ya en esta sección.

Por tanto, lo más efectivo, seguro y económico para eliminar una plaga es contratar los servicios de un profesional. Recordamos que la empresa Biodal Control Ambiental ofrece sus servicios de desinsectación y desratización en Madrid, entre los que se incluye el control de insectos voladores.