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Materiales constructivos que favorecen la proliferación de plagas

La madera, el papel pintado o el pladur, materiales que pueden favorecer la aparición de plagas

17 Julio, 2019

¿Por qué aparece una plaga en un determinado lugar? ¿Cómo proliferan insectos o roedores en el interior de las dependencias humanas? Muchas y variadas pueden ser las respuestas a estas preguntas. En la mayoría de las ocasiones, la aparición de organismos plaga es debida a la existencia de deficiencias estructurales o constructivas de los inmuebles, a condiciones higiénico-sanitarias o ambientales deficientes, o a comportamientos y hábitos inadecuados de los residentes, en el caso de las viviendas, o los trabajadores en las empresas o negocios. Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta desde el principio a la hora de realizar cualquier tratamiento para eliminar una plaga. Sin embargo, hay otro aspecto importante que puede favorecer la entrada o proliferación de las plagas y que, normalmente, suele obviarse. Nos referimos a la existencia de determinados materiales empleados en la construcción o decoración de viviendas y establecimientos, de algunos de los cuales hablaremos a continuación.

Aunque pueda parecer un asunto menor, los materiales constructivos o decorativos de nuestras casas o locales, son en algunas ocasiones determinantes para que accedan las plagas; o bien, una vez dentro, proliferen con mayor facilidad. Nos referimos a elementos como la madera, el papel o el cartón yeso. Estos tipos de materiales son ampliamente utilizados, ya sea por razones ornamentales, por su sencillez de montaje, por la facilidad para empotrar las diferentes conducciones de servicio o por su menor coste económico respecto a otros. Sin embargo, su influencia en la presencia de organismos plaga no suele tenerse en cuenta.

En el caso de la madera, no nos referimos exclusivamente a que puedan aparecer plagas de insectos xilófagos como las termitas o la carcoma. Se supone que las maderas empleadas son tratadas previamente, por lo que se reduce la probabilidad de que surjan este tipo de problemas. Sin embargo, la madera es un tipo de material muy atractivo para otros insectos plaga como las cucarachas. Al tratarse de un material poroso, las cucarachas suelen marcar estas superficies con feromonas de agregación contenidas en sus heces. Lo hacen para atraer a otras cucarachas, especialmente a las ninfas o juveniles, lo que hace que éstas se queden allí hasta que crecen. Si la madera está en un lugar oculto o con difícil acceso, se entiende perfectamente la dificultad para detectar estos nidos durante un tratamiento de desinsectación. Por ejemplo, la madera es ampliamente utilizada en hostelería, por sus valores estéticos, para recubrir paredes o suelos. Es especialmente conflictiva si se encuentra en la zona de barra, uno de los puntos críticos de proliferación de cucarachas junto con las cocinas. Algo parecido ocurre con el papel pintado, también muy poroso, aunque menos utilizado que la madera, pero que en ocasiones se emplea como una forma sencilla para acondicionar o decorar determinadas paredes.

El cartón yeso o cartón laminado, el conocido Pladur, suele emplearse en forma de trasdosados, para cubrir muros o paredes, para levantar tabiques o recubrir falsos techos. La capa de celulosa de la que está compuesto puede servir de alimento no sólo a hongos, sino a los conocidos pececillos de plata (Orden Zygentoma) o a las termitas. Las juntas entre las distintas placas pueden servir de perfecto refugio para cucarachas, hormigas o chinches de cama. El problema puede agravarse si las placas se humedecen, por ejemplo como consecuencia de averías en las conducciones de agua o por malas prácticas en las labores de limpieza que provoquen encharcamientos. Con respecto a roedores, el cartón yeso no supone ningún obstáculo para contenerlos, puesto que fácilmente lo pueden atravesar utilizando sus poderosos incisivos; de ahí la necesidad de que no existan en las paredes y techos cubiertos ningún hueco u orificio por las que puedan entrar ratas o ratones.

Además de lo anteriormente mencionado, quizá el aspecto más importante y común a estos materiales es que dejan huecos o espacios en suelos y paredes donde los insectos o roedores pueden refugiarse o desplazarse libremente de unas zonas a otras. Estos espacios muertos son el reservorio perfecto para las plagas, puesto que dificultan su detección y en determinados casos las técnicas de aplicación permitidas no posibilitan la penetración del biocida. Por tanto, es recomendable valorar los pros y los contras del uso de estos materiales y, bajo determinadas circunstancias, minimizar su empleo. Por ello, sería bueno que antes de ejecutar una reforma de sus instalaciones, determinados negocios pidieran asesoramiento a este respecto, a su empresa de control de plagas.