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Un estudio predice la extinción masiva de los insectos

Estudio predice la extinción de los insectos en un siglo

14 Marzo, 2019

Para algunas personas, aquellas que sienten repulsión hacia los insectos, este titular relativo al grupo animal más diverso y abundante del Planeta, podría ser positivo. Sin embargo, dada la vital importancia que tienen éstos para los ecosistemas, las consecuencias de su desaparición llegarían a ser catastróficas. También para el ser humano, puesto que sólo algunos grupos constituyen plagas para el hombre; mientras que otros muchos intervienen, por ejemplo, en la polinización y productividad de los cultivos agrícolas. Pero, ¿cómo es posible que un grupo tan numeroso se encuentre en riesgo de extinción total? Lo explica una reciente investigación científica que ha causado un gran revuelo.

El estudio, desarrollado por la Universidad de Sidney y liderado por el español Francisco Sánchez-Bayo, afirma que los insectos están desapareciendo a nivel mundial a un ritmo alarmantemente rápido. El 41% de las especies de estos artrópodos está en declive y una tercera parte se encuentra en peligro de extinción. De continuar así, con caídas anuales de un 2,5% de la biomasa total de insectos, la desaparición total de este grupo podría ocurrir en apenas un siglo. El efecto combinado de la acción humana y el cambio climático serían los responsables de esta extinción. Los resultados de esta investigación han sido publicados en Biological Conservation.

En medio de lo que los expertos denominan la “sexta extinción masiva”, que implica graves pérdidas de biodiversidad a nivel global; los insectos están sufriendo un declive acelerado que supone casi el doble del que padecen todas las especies de vertebrados juntas, con una tasa de extinción del 22%. El caso es especialmente grave en algunos grupos como los tricópteros (68%), lepidópteros (53%) o coleópteros (49%). Las abejas también se encuentran en una situación muy complicada al sufrir pérdidas del 46% del total de su biomasa. Los autores afirman que, a este ritmo, con esos descensos del 2,5% anual, en 10 años se habrá perdido la cuarta parte de la biomasa actual de insectos, en 50 años la mitad y en 100 años no quedará nada. Todos estos cálculos han sido realizados a partir de la recopilación de los resultados de unos 70 estudios parciales realizados en diferentes partes del mundo.

Los investigadores afirman que los cambios que se están produciendo en los hábitats en los que viven los insectos,por el cambio climático entre otras causas, unido a la contaminación son los principales responsables de estas desapariciones masivas. La intensificación de la agricultura ocurrida durante las seis últimas décadas con el consecuente aumento del uso indiscriminado de pesticidas sistémicos, aquellos que van incorporados en las propias plantas, son claves también a la hora de explicar este fenómeno. Sobre los pesticidas afirman que sus efectos no se limitan a los suelos agrícolas y su entorno. En Alemania, por ejemplo, se ha registrado una disminución de más del 75% en las poblaciones de insectos en áreas protegidas.

Las consecuencias de esta extinción son claras. Además de intervenir en los procesos de polinización, los insectos cumplen otras funciones esenciales como su participación en la descomposición de la materia orgánica y el reciclado de nutrientes, la aireación del suelo o ser el alimento base de diversos organismos. Su desaparición provocaría, por tanto, una reacción en cadena que desembocaría en la extinción de otros muchos animales. Por otro lado, si alguien pudiera pensar que no hay mal que por bien no venga, puesto que nos libraríamos también de las plagas de insectos, está muy equivocado. Debido al cambio climático o a los fenómenos de resistencia frente a biocidas, insectos plaga como las cucarachas o las chinches de cama seguirían estando presentes en nuestras vidas, en cantidades además crecientes, tal y como afirman múltiples estudios.

Los autores proponen cambiar el modelo productivo agrícola actual y la implantación del control integrado de plagas como soluciones para tratar de frenar la situación. La rotación de cultivos, el mantenimiento de franjas con vegetación silvestre entre los diferentes campos, la rehabilitación de las marismas y la mejora en la calidad de las aguas pueden ayudar también. Un fenómeno preocupante y que puede percibirse a simple vista, observándose por ejemplo la menor cantidad de insectos que se quedan pegados en los parabrisas de los vehículos durante un viaje o a la ausencia del canto de los grillos en muchas zonas.