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Los gatos no controlan a las plagas de ratas en la ciudad de Nueva York

Los gatos son poco eficaces para controlar plagas de roedores

19 Octubre, 2018

A lo largo de la historia de la humanidad, el método clásico para el control de las plagas de roedores han sido los gatos domésticos. Estos felinos han sido utilizados tradicionalmente para eliminar ratas y ratones de viviendas, graneros, locales y otras dependencias humanas. Aunque en la actualidad estos animales son en su mayoría mascotas, sobre todo en las grandes ciudades, aún existe la creencia de que los gatos ayudan a mantener a raya las poblaciones urbanas de roedores. Éste suele ser uno de los argumentos esgrimidos por aquellos defensores del mantenimiento de colonias de gatos ferales. Sin embargo, como veremos a continuación, estos controladores biológicos no son tan eficaces como parecen.

Al menos es lo que se desprende de un estudio sobre ecología urbana realizado por varios expertos estadounidenses y australianos, publicado recientemente en la revista Frontiers in Ecology and Evolution. Los investigadores monitorizaron las interacciones entre gatos callejeros y una colonia activa de ratas en la ciudad de Nueva York, en EEUU. Dicha colonia estaba situada en una planta de reciclaje de residuos industriales del barrio de Brooklyn. El método que emplearon consistió en marcar a las ratas de la zona de estudio, unos 100 ejemplares, con chips de radiomarcaje con sistema de localización incorporado. Además, dispusieron también de varias cámaras trampa en el área. Durante los 79 días que duró el estudio, se obtuvieron 306 videos en los que se registraron las interacciones entre las ratas y los gatos que compartían el mismo espacio. El análisis de datos obtenidos por la investigación arrojó resultados interesantes.

Durante el periodo de estudio, sólo se registraron 2 casos de depredación exitosa de los felinos sobre los roedores, una persecución que acabó por cansancio o aburrimiento del gato, así como 20 eventos diferentes de acecho. Los autores se sorprendieron de que en áreas donde patrullaban hasta 3 gatos diferentes dentro del mismo periodo de 24 horas, éstos mostraran tan pocos intentos de caza a los roedores. Vista la escasa actividad depredadora por parte de los felinos, los investigadores esperaban que la presencia de éstos no afectara a la actividad y ocupación del espacio por parte de las ratas; es decir, que se acostumbraran a su presencia como ocurre muchas veces frente al ser humano. Sin embargo, el avistamiento de un gato sí provocaba que los roedores corrieran a esconderse y desaparecieran, en un comportamiento que los autores explican como una sobreestimación de riesgos. Es mejor para una prensa potencial equivocarse en identificar a un animal peligroso que en realidad no lo sea, que asumir que un animal peligroso es inofensivo. Esto contribuiría a la idea de que los gatos controlan eficazmente las poblaciones de roedores, puesto que con su presencia estos organismos plaga se hacen menos visibles, a pesar de que sigan estando presentes en el sistema.

Los investigadores tienen en cuenta que estos resultados se obtuvieron en un área con una tasa de reproducción de las ratas muy elevada, por la gran disponibilidad de alimento, como ocurre en la ciudad de Nueva York. Por eso, entienden que debería comprobarse el efecto depredador de los gatos en zonas con un índice de reproducción de los roedores más bajo. Aun así, se muestra claramente cómo las ratas de ciudad pueden persistir en altas densidades a pesar de la presencia de gatos cazadores, simplemente alterando su comportamiento.

Si a sus escasas capacidades depredadoras, sobre todo con las ratas, las cuales pueden llegar a resultar bastante agresivas; se le unen los posibles daños colaterales a otros elementos de la fauna local, los autores afirman que no está justificado el empleo de gatos como controladores biológicos de plagas de roedores. Y es que según demuestran numerosos estudios ecológicos, los felinos pueden incidir de forma muy negativa en las poblaciones de anfibios, reptiles, aves y otros pequeños mamíferos, algunas de cuyas especies pueden encontrarse en peligro de extinción. Por otro lado, como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, la alimentación de colonias de gatos callejeros puede contribuir precisamente a lo contrario, a la proliferación de ratas y ratones en las calles de las ciudades.

Por tanto, para eliminar plagas de roedores, de una manera eficaz y segura, lo mejor es contar con los servicios de desratización que Biodal Control Ambiental ofrece en Madrid y sus alrededores.