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Una nueva plaga exótica en España: la rana toro americana

Detectan por primera vez en España la reproducción de la invasora rana toro americana

23 Agosto, 2018

Una vez más debemos hablar del establecimiento de una nueva especie exótica en España, que por sus efectos negativos en el entorno y si se expande por nuestro país; puede llegar a calificarse como una auténtica plaga invasora. La novedad de este caso particular es que se trata de un organismo perteneciente al grupo de los anfibios, animales que por sus propias características fisiológicas y biológicas tienen una capacidad de colonización, a priori, más restringida. Sin embargo, los anfibios suelen ser bastante sensibles a cualquier alteración de su entorno, por lo que la llegada de este nuevo elemento puede provocar a la herpetofauna local daños irreparables. El ser humano vuelve a ser responsable del origen de esta situación.

El organismo en cuestión es la rana toro americana (Lithobates catesbeianus), considerada por la UICN como una de las 100 especies invasoras más nocivas por su impacto ecológico; incluida también en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. Concretamente, no sólo se ha detectado su presencia sino que se ha podido constatar su reproducción en el Delta del Ebro. El pasado mes de junio, durante unos trabajos de campo, fueron localizados cuatro renacuajos, cuyas características parecían coincidir con las de esta especie. En el mes de julio se confirmó la sospecha a través de análisis genéticos de muestras recopiladas, por lo que se puede afirmar que la rana toro americana se ha reproducido por primera vez en nuestro país.

Desde que saltó la noticia, se ha iniciado una campaña de seguimiento y vigilancia en la zona para conocer el alcance de la invasión, así como para determinar las medidas más adecuadas para su control y erradicación. Durante todo este tiempo de investigación se han capturado un total de 406 ejemplares de esta rana, todos ellos renacuajos en diferentes fases de desarrollo. A través de sistemas de escucha se han podido diferenciar al menos cuatro individuos adultos. No es la primera vez que esta especie se detecta en el Delta del Ebro, puesto que en el año 2012 un agricultor, extrañado por su gran tamaño, consiguió capturar una de estas ranas y llevarla hasta la dirección del Parque Natural, donde consideraron que se trataba de un hecho aislado. Ahora se ha constatado su reproducción aunque los expertos creen que todavía se encuentra en la fase inicial de expansión, al tratarse de un núcleo localizado que aún podría erradicarse. De no ser así, la rana toro americana pasaría a formar parte de la veintena de especies exóticas invasoras que habitan este espacio natural.

La rana toro americana es originaria del este de América del Norte, desde Florida hasta el sur de Ontario, Canadá. Sin embargo, en la actualidad se encuentra establecida en muchas otras regiones de EEUU, de América Central y del Sur, así como en islas caribeñas. Está presente también en Asia (China, Japón, Corea, etc.) y Europa (Italia, Francia, Bélgica, Holanda y Reino Unido). Las vías de introducción más frecuentes de esta especie son las liberaciones, intencionadas o accidentales, ya que estos anfibios son criados en granjas, por su gran importancia gastronómica, para el control biológico de plagas o para su empleo como animales de compañía.

La rana toro americana ocupa cualquier tipo de hábitat que contenga aguas estancadas o de escaso movimiento, presentando un amplio rango de tolerancia térmica y pudiendo soportar altos grados de contaminación. Se alimentan de una amplia variedad de presas, desde invertebrados, pasando por peces, renacuajos, tortugas y galápagos, serpientes, lagartijas, hasta pollos de aves pequeñas y mamíferos como roedores o murciélagos. Todos estos factores la convierten en una gran colonizadora. Los efectos en el entorno son claros, provocando alteraciones en el medio físico (régimen hidrológico, dinámica de nutrientes, pH, etc.), en la estructura de la vegetación, ya que los renacuajos son herbívoros, y en las poblaciones de especies autóctonas; ya sea por competencia, depredación o transmisión de patógenos. Es responsable, por ejemplo, de la transmisión del hongo implicado en el declive de anfibios a escala global.

Debido a lo anteriormente expuesto, urge tomar medidas para su control y erradicación, evitando su expansión y aprovechando que, de momento, esta nueva plaga invasora parece estar distribuida en un área localizada.