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Leganés cuenta con un servicio pionero para el rescate de abejas

Recuperación y conservación de enjambres urbanos de abejas

9 Agosto, 2018

Aleros, cornisas o fachadas de edificios; bancos, papeleras, semáforos, buzones de correos e incluso retrovisores de automóviles. Éstos son los variados lugares en los que puede aparecer repentinamente un enjambre de abejas en una zona urbana. Esta imagen la hemos visto numerosas veces en las noticias, pues, como es lógico, causan un gran impacto. Dicho fenómeno corresponde a un proceso natural del ciclo de las abejas, conocido como enjambrazón. Coincidiendo con la época de mayor cantidad de flores y polen, y desencadenado por diversos factores, la antigua abeja reina abandona su nido que queda al cuidado de la nueva reina, llevándose consigo a un nutrido grupo de obreras en busca de otro emplazamiento. Dicho proceso es la forma de reproducción natural que tienen las colonias de abejas. A pesar de que es un fenómeno común, a la par que indeseado por los apicultores, puesto que afecta a la producción; no deja de sorprendernos al verlo en zonas urbanas.

A pesar de lo que pudiera parecer, estos enjambrazones urbanos son bastante frecuentes, sobre todo en años con condiciones climatológicas óptimas. Por ejemplo, en este año 2018 los bomberos de la Comunidad de Madrid han realizado más de 900 intervenciones relacionadas con enjambres de abejas. El número de actuaciones es considerable si se compara con las del año 2017, que fueron 244, y con el 2016, donde se registraron 680. El aumento de las incidencias con abejas durante este año puede deberse a las abundantes lluvias de la pasada primavera, que han propiciado un mayor desarrollo de plantas con flores y por tanto de recursos para estos insectos.

Las abejas no deben ser consideradas como una plaga, son insectos sociales con funciones claves para los ecosistemas y los cultivos, al ser uno de los principales grupos de polinizadores. Sin embargo, su presencia en las cercanías de núcleos habitados o en las propias infraestructuras urbanas puede crear ciertos problemas de seguridad; si bien es cierto que en estos momentos de dispersión las abejas suelen mostrarse menos agresivas. Por ello, ante su presencia es urgente actuar. Suele decirse que estos insectos están protegidos, lo que influye decisivamente a la hora de establecer las estrategias de manejo. En realidad, las abejas (Apis mellifera) no forman parte del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, ni del Catálogo Español de Especies Amenazadas o del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Comunidad de Madrid. Sus poblaciones silvestres, que no asilvestradas, son escasas o inexistentes; por lo que los enjambres urbanos suelen ser considerados escisiones de alguna explotación apícola. Aun así, la importancia de las abejas y los graves problemas de conservación por los que está pasando el insecto en la actualidad, obligan a manejar estas situaciones con cierta consideración.

En este sentido, el Ayuntamiento de Leganés, en colaboración con el cuerpo de bomberos de la localidad y la asociación Apicultura y Biodiversidad, han desarrollado un proyecto pionero para la recuperación y recogida de los enjambres que se localizan en el municipio. Cuando se recibe un aviso por presencia de estos insectos, los bomberos acuden al lugar y con la ayuda de un vehículo y maquinaria especializada, consiguen capturar a la mayoría de individuos del enjambre, incluida la reina. Los ejemplares no son eliminados, sino que son transportados hasta el Centro municipal de Recuperación de Enjambres de Leganés o apiario municipal, situado en las inmediaciones de la iglesia de San Pedro, enclavada en pleno Parque de Polvoranca. Con esta iniciativa, además de ayudar a conservar a las abejas, se pretende impulsar el voluntariado y la participación ciudadana mediante visitas guiadas y talleres; así como el desarrollo de actividades de iniciación a la apicultura. También se imparten cursos formativos, destinados a otros cuerpos de bomberos de la Comunidad de Madrid, sobre las formas de actuación, recuperación y manejo de estos insectos. Por otro lado, el proyecto también gestiona los productos generados por estas colmenas municipales, como la miel o la cera, además de la posibilidad de cesión de enjambres sobrantes.

Por todo ello, la sensibilidad y preocupación hacia las abejas que muestra Leganés son dignas de mención. Esta forma de actuar debería extenderse a otras localidades de la Comunidad de Madrid y del resto de España, mediante la puesta en práctica de proyectos similares.