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Un escarabajo plaga de las moreras invade Cataluña

Un escarabajo invasor asiático, barrenador de las moreras, aparece en Cataluña

14 Junio, 2018

Muchas de las plagas de las que hemos hablamos en esta sección, tienen un gran interés por afectar a la salud humana, provocar daños en materiales o alimentos, amenazar la producción agrícola o por su impacto negativo sobre el medio ambiente. Sin embargo, existen otros ejemplos de organismos nocivos cuya incidencia puede pasar más desapercibida o dársele menos importancia. Es lo que suele ocurrir con aquellas plagas que afectan a las plantas ornamentales. En estos casos, el resultado de su acción suele medirse en términos de impacto visual o paisajístico. No hay que olvidar, sin embargo, que las especies vegetales empleadas en jardinería tienen un coste de cultivo en vivero, plantación y mantenimiento. Por tanto, en este tipo de plagas también hay que valorar los daños económicos producidos, que pueden llegar a ser bastante elevados dependiendo de la especie vegetal afectada.

Un ejemplo de todo esto sucede con una nueva plaga invasora que se ha instalado en Cataluña y está causando la muerte de las moreras (Morus alba y M. nigra) ubicadas en espacios públicos y privados, según ha informado recientemente el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Las moreras hoy en día se pueden considerar prácticamente como una especie ornamental en nuestro país, puesto que su cultivo para la alimentación de las larvas de la mariposa de la seda (Bombyx mori) es testimonial. A lo sumo, puede encontrarse también algún cultivo para la producción de sus frutos, las moras, aunque también es escaso. Sin embargo, no hay que restarles valor como elementos populares y apreciados de las comunidades vegetales urbanas.

El invasor en cuestión procede de Asia y ha sido denominado como escarabajo barrenador de moreras (Xylotrechus chinensis), aunque recibe distintos nombres comunes, como escarabajo avispa por su coloración y el ruido que emite cuando es molestado. Este coleóptero pertenece a la Familia Cerambycidae, grupo de los conocidos como longicornios o escarabajos de antenas largas. Es originario de la región paleártica oriental, desde el noreste de China, pasando por Taiwán, la Península de Corea y Japón. El primer registro de esta especie en Europa tuvo lugar en el año 2007 en la ciudad de Weissenhorn, región de Baviera (Alemania). Un macho y una hembra aparecieron en una caja de embalaje de madera procedente de China y que había sido tratada químicamente. Los ejemplares pudieron ser interceptados y puestos en cuarentena en aquella ocasión.

Sin embargo, se tiene constancia del establecimiento de la especie en Cataluña desde el año 2014; aunque los expertos de la UAB afirman que pudo llegar dos años antes, en 2012. En la actualidad, el escarabajo está presente en un área de unos 44 km2, afectando y extendiéndose por municipios de la comarca barcelonesa del Vallés Occidental como Barberá del Vallés, Badia del Vallés o Ripollet. Los investigadores afirman que existe un riesgo elevado de su expansión por España y el resto de Europa.

X. chinensis es una plaga con relevancia económica cuyas larvas xilófagas se alimentan normalmente de las moreras. Como insecto barrenador, sus juveniles excavan galerías en la madera de sus víctimas; perforando los tejidos de floema y xilema, llegando a matar al árbol, aunque éste esté sano. En las ciudades, estos daños se limitan al coste de la poda y eliminación de ejemplares afectados, sobre todo para evitar el riesgo de caída de ramas. El problema es que también pueden afectar a especies como el manzano, el peral o la vid, cultivos con gran importancia en ésta y otras regiones europeas.

Con respecto al control de la plaga, los investigadores de la UAB ofrecen varias posibilidades. Por un lado, las medidas físicas son las que hasta ahora se han llevado a cabo en las ciudades y consisten en la retirada y destrucción de todas aquellas moreras afectadas. El control químico podría llevarse a cabo bien durante la ovoposición de las hembras en la corteza de los árboles, a principios de junio y hasta mediados de agosto; o bien dirigido a las larvas en todos sus estadios mediante un insecticida sistémico aplicado mediante técnicas de endoterapia. Los tratamientos con feromonas o el control biológico deben ser estudiados con mayor profundidad, aunque los investigadores creen haber identificado una avispa nativa del Género Stephanus que podría actuar como parasitoide. Estaremos atentos a la evolución de esta nueva e invasora plaga asiática.