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Detectadas cucarachas australianas en Madrid
24 Mayo, 2018
Las empresas de control de plagas debemos estar preparadas para afrontar los retos que la globalización nos trae. El gran volumen de desplazamientos de personas y mercancías a nivel mundial, conlleva un riesgo muy elevado de llegada y asentamiento de nuevos organismos plaga. Los profesionales del sector de la sanidad ambiental somos los encargados de su control, por lo que debemos contar con las herramientas adecuadas para ello. Esto no resulta fácil, debido al escaso conocimiento disponible que muchas veces se tiene del organismo en cuestión. Tener toda la información posible sobre una plaga es fundamental para poder gestionarla de manera correcta.
La semana pasada saltó a los medios de comunicación la noticia de que los técnicos de una empresa de control de plagas habían descubierto una nueva especie de cucaracha en Madrid, hecho éste que ha sido ratificado por MadridSalud. En concreto, varias colonias de la denominada cucaracha australiana (Periplaneta australasiae) han sido detectadas en un punto concreto cercano a la Plaza de España, afectando a instalaciones de saneamiento privadas. Su origen parece deberse al transporte de materiales relacionados con el mantenimiento de equipos/instalaciones. No es la primera vez que se identifica a esta especie en nuestro país, puesto que en el año 2016 ya se citó en Guipúzcoa y también está presente en Canarias. Ante el riesgo de expansión, las autoridades sanitarias están informando a todas las empresas del sector y determinando cuáles son las mejores estrategias para evitarlo. Vamos a conocer un poco mejor a esta cucaracha.
La cucaracha australiana es un insecto blatodeo similar a la americana (P. americana), especie esta última común en nuestro país, incluida Madrid, donde se ha hecho fuerte en algunas zonas. Pueden distinguirse porque la australiana, algo más pequeña, presenta unas bandas de color amarillo claro en el borde externo de ambas alas. Comparte con la americana el ser una especie peridoméstica, pudiéndose encontrar en ocasiones en el interior de viviendas y otras infraestructuras humanas. A pesar de su nombre, su origen parece ser África, aunque actualmente es cosmopolita, siendo muy común en el sur de EEUU, especialmente en Florida, y en otras zonas de clima tropical. En Australia también es frecuente, sobretodo en la mitad occidental del país, donde está catalogada como especie introducida.
Los adultos de cucaracha australiana alcanzan los 32-35 mm de longitud y presentan una coloración variable de marrón, de rojizo a oscuro. Sus alas están completamente desarrolladas por lo que son capaces de volar. Su ciclo vital pasa por fase huevo, 5 estadios ninfales y el adulto. Las ootecas pueden contener hasta 24 crías, que tardan unos 40 días en desarrollarse. La etapa ninfal dura de 6 a 12 meses. Las hembras adultas viven de 4 a 6 meses y son capaces de producir entorno a las 20 o 30 ootecas. Con respecto al tipo de hábitat, esta especie de cucaracha se encuentra normalmente al aire libre, donde establece colonias estables debajo de la corteza de los árboles, en pilas de leña y en lugares con humedad. En zonas subtropicales, el insecto puede ocupar zonas de interior cuando existen temperaturas más frías. De esta forma puede encontrarse en invernaderos, donde causa daños a los cultivos, especialmente a las plántulas; tuberías, lavabos, armarios, despensas y cualquier ambiente con condiciones oscuras y cálidas. Parece presentar una mayor tendencia que otras especies de cucaracha a alimentarse de plantas.
No es la primera vez que se detecta una especie exótica de estos insectos en España. Recientemente, se ha citado a la cucaracha gigante de Madagascar (Gromphadorhina portentosa) en Madrid, a la de Surinam (Pycnoscelus surinamensis) en Barcelona y a la del Turquestán (Blatta lateralis) en Almería. Algunos de estos episodios son anecdóticos. En el caso de la cucaracha australiana en Madrid, está por verificar su capacidad de expansión así como su presencia en otras zonas de la capital. Será determinante su grado de competencia con otras especies de cucarachas ya establecidas. Hasta ahora se ha constatado su coexistencia con cucaracha negra (B. orientalis), no así con su voraz pariente americana, cuya presencia podría actuar como factor limitante. Sea como sea, en Biodal Control Ambiental permaneceremos atentos a la evolución de esta especie y recordamos que somos una empresa especializada en eliminar cucarachas en Madrid.
