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Formas de comunicación en las plagas: hormigas

La comunicación química en las hormigas

7 Febrero, 2018

Finalizamos la serie de artículos que hemos dedicado a diferentes formas de comunicación en las plagas, con uno de los insectos donde estos mecanismos alcanzan su mayor nivel de desarrollo. Se trata de las hormigas, plaga habitual y una de la que más problemas causa en el medio urbano. Las hormigas son insectos sociales diferenciados en castas. Por este motivo, la evolución ha originado sofisticados sistemas de comunicación en ellas. Al igual que para cucarachas, ratas, ratones o chinches de cama, conocer todas estas formas de interacción entre individuos resulta de gran ayuda a la hora de realizar los tratamientos para el control de sus plagas.

Las hormigas (Formicidae) presentan variados sistemas de comunicación con los que pueden comunicar comportamientos tales como la alarma, el reclutamiento, la delimitación del territorio o el reconocimiento entre los miembros de una misma colonia. La mayoría de ellos están basados en señales químicas. En diferentes especies se han identificado feromonas o complejos de feromonas que intervienen en esta comunicación, producidas por varias glándulas. En otros casos, presentan otras señales como pueden ser las visuales, sonoras o táctiles.

Las especies que presentan una mayor complejidad de sus sociedades, con mayor número de individuos por colonia y con más sofisticación de nido y división del trabajo, basan su comunicación casi específicamente en señales químicas. Según diversos estudios, la forma de comunicación química más primitiva sería aquella en la que intervienen sustancias de alarma, producidas por glándulas mandibulares. El sistema de reconocimiento entre “hermanas” de la colonia también es básico en estos insectos, aunque presenta variantes entre las distintas especies. En los sistemas más simples, emplean olores no específicos, producidos por las propias hormigas y/o absorbidos del medio sobre su cutícula. En las especies de mayor complejidad social, el reconocimiento se basa en feromonas de alarma, de tal forma que pequeñas variaciones en los componentes de éstas son responsables de la caracterización de cada colonia. Al mismo tiempo, este tipo de hormigas suelen producir feromonas territoriales para marcar sus dominios. Son excretadas por glándulas del sistema excretor del aguijón. Su función es la de evitar cruentos enfrentamientos entre diferentes colonias.

Por otro lado, uno de los comportamientos más característicos y visualmente más llamativos de los formícidos, es el de reclutamiento. Como en los casos anteriores, aquellos grupos más evolucionados también emplean sustancias químicas en su comunicación. Estas feromonas son secretadas por glándulas del extremo posterior del abdomen o de las patas y depositadas directamente en el suelo. Con este comportamiento, las hormigas informan al resto de la colonia sobre la presencia o existencia de alimento, su ubicación exacta, así como sobre su calidad o cantidad, lo que determinará el número de individuos que son necesarios para su recolección. La obrera que ha localizado comida vuelve al hormiguero dejando un rastro de marcas que informará y guiará al resto de individuos hasta la misma. El reclutamiento también interviene a la hora de buscar nuevos lugares para anidar o para congregar a un ejército.

Todos estos olores son percibidos por estos insectos a través de las células receptoras especializadas que se encuentran en sus antenas, muy sensibles a las feromonas. A su vez, las antenas también pueden ser emisoras de información, tal y como comprobaron investigadores de la Facultad de Biociencias de la Universidad de Melbourne. Por otro lado, aunque menos frecuentes, también tienen su importancia las señales visuales o sonoras. Entre las primeras, hay hormigas capaces de ejecutar una especie de danza para el reclutamiento. Otras producen sonidos al golpear las paredes del nido con las antenas o poseen directamente un órgano de estridulación. El sonido es captado por el resto de la colonia a través de la percepción de las vibraciones producidas por éste.

Visto la enorme capacidad comunicativa de las hormigas a nivel químico, ahondar en el conocimiento de todas estas feromonas de comunicación conducirá al desarrollo de multitud de herramientas a aplicar a la hora de controlar sus infestaciones. Desde luego, si quieres eliminar hormigas de tu vivienda o negocio, solicita los servicios de desinsectación que la empresa Biodal Control Ambiental ofrece en Madrid.