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Insectos beneficiosos para el ser humano (II)

Insectos beneficiosos para el hombre por su actividad

19 Octubre, 2017

Continuamos hablando sobre los insectos útiles para el ser humano. Si en el anterior artículo recogíamos algunos ejemplos cuyos beneficios derivan de su consumo directo o de los productos que se obtienen de ellos, esta semana comentaremos algunos casos de insectos útiles o beneficiosos por el tipo de actividad que realizan. Mientras que de algunos de los ejemplos que mencionamos ya hemos hablado anteriormente en esta sección y son sobradamente conocidos; otras funciones de los hexápodos son claves también para el hombre y su entorno, aunque quizá pasen más desapercibidas o no se les da la suficiente importancia.

Desde luego que una de los aspectos más importantes de los insectos es su papel como polinizadores. Se calcula que el 66% de las plantas fanerógamas son entomógamas, es decir, necesitan obligatoriamente la intervención de estos artrópodos para llevar a cabo su reproducción. Ni que decir tiene que no sólo son vitales para la proliferación de las plantas silvestres, sino también para los diversos cultivos de los cuales se alimenta el ser humano. De entre todos los insectos polinizadores, destacan los ápidos (Familia Apidae), grupo al que pertenecen las abejas, por ser los más especializados a la hora de realizar esta tarea.

El control biológico de plagas es otra de las funciones que llevan a cabo los insectos. Muchas especies, ya sean depredadoras o parasitoides, ayudan de forma natural, con su comportamiento, a combatir determinados organismos nocivos. Esta capacidad la ha aprovechado el ser humano para criar y posteriormente liberar intencionadamente, determinadas especies que llevan a cabo el control biológico de plagas, principalmente agrícolas y forestales. En este mismo sentido, también se emplean insectos para el control de vegetación, por ejemplo, de las llamadas malas hierbas. Los agricultores y ganaderos los usan para tratar de erradicarlas. En EEUU, la denominada hierba de San Juan (Hypericum perforatum) es una especie invasora que produce una gran irritabilidad en el ganado si la consume. Por eso, para acabar con ella, se utilizan larvas de coleópteros del Género Chrysolina, que se alimentan de sus raíces o de las partes aéreas de la planta.

Otras especies de hexápodos son claves en la formación de suelo. Mediante su actividad, remueven la tierra sin causar daños a las raíces de las plantas, facilitando así la circulación del agua, la aireación del terreno, la formación activa del humus, etc. Otros son coprófagos, es decir, descomponen diferentes tipos de heces, enterrándolas y degradándolas, favoreciendo la reincorporación de nutrientes al entorno. El grupo más importante es el de los escarabajos de la Familia Scarabaeidae. Un ejemplo muy significativo de su importancia se vivió en Australia. Cuando los colonos llevaron el ganado a este territorio por primera vez, los coprófagos autóctonos, acostumbrados a los marsupiales locales, no fueron capaces de degradar sus heces. Con el tiempo, los excrementos se fueron acumulando, con el consecuente empobrecimiento del suelo y el aumento en la población de moscas. La solución que se tuvo que adoptar fue la introducción deliberada, a lo largo de varias décadas, de distintas especies de insectos coprófagos procedentes del sur de África y de la Península Ibérica.

Otra versión de la función recicladora de los insectos tiene lugar con la entomofauna necrófaga, aquella que se alimenta de cadáveres, de distinto tamaño, contribuyendo a su eliminación y evitando la aparición de focos sépticos. Dentro de este grupo mencionaremos, por su particular comportamiento, algunos coleópteros de la Familia Silphidae. Estos escarabajos entierran pequeños cadáveres con los que alimentan a sus crías.

Los insectos también pueden tener utilidad médica y científica. Determinados venenos de avispas y abejas se emplean para la elaboración de extractos curativos. La cantaridina, compuesto químico que se obtiene del coleóptero Lytta vesicatoria, se usa en la actualidad en el tratamiento de afecciones del aparato uro-genital; también en dermatología, para tratar moluscos contagiosos y verrugas víricas. Como dato curioso, indicar que esta sustancia fue utilizada en el pasado como afrodisiaco. Ciertos insectos se emplean como bioindicadores, para poder determinar la calidad de los distintos hábitats; ya que algunas especies son muy sensibles a la contaminación, por lo que su ausencia puede servir para detectarla. Las conocidas moscas de la fruta (Drosophila melanogaster), son ampliamente utilizadas en investigación, en diversos campos como la genética. Por último, mencionar que gracias a la entomología forense pueden resolverse variados problemas de ámbito legal.