Contacte con nosotros

Especialistas en control de plagas. Resultados garantizados, al mejor precio.

Conociendo a la rata negra, común o de los tejados

Ejemplar de rata negra, común o de los tejados

18 de Agosto, 2017

Continuamos con la serie de artículos que estamos dedicando a conocer un poco mejor a los roedores plaga más habituales en España. Cuando hablamos de una infestación por ratas, normalmente pesamos en la rata gris o parda (Rattus norvegicus), comúnmente conocida como la de alcantarilla. Sin embargo, como ya hemos mencionado con anterioridad, en España existe también otra especie de interés en sanidad ambiental denominada rata negra, común o de los tejados (R. rattus); cuyo aspecto físico y forma de vida difiere significativamente de la anterior.

La rata negra es un roedor de cuerpo alargado, hocico puntiagudo y largas orejas que alcanzan el borde del ojo al estirarse hacia delante, aspectos que la diferencian claramente de su pariente la rata parda. Su tamaño también es distinto, significativamente menor que la de alcantarilla, entorno a los 20 cm de longitud corporal más la cola. Es característico de esta especie que dicho apéndice caudal supere visiblemente la longitud del cuerpo. Su peso oscila entre 100 g y 250 g. Los adultos presentan un pelaje con una coloración dorsal oscura, con tonos que varían del gris oscuro casi negro al pardo rojizo. La región ventral del animal es siempre más clara.

Esta especie de roedor se encuentra distribuida a lo largo de las regiones tropicales y templadas del planeta. Originaria del sureste asiático, se piensa que pudo expandirse tras el último periodo postglacial a través de la India y Oriente Medio, hasta Europa. Posteriormente, y gracias a la ayuda del hombre, ha podido colonizar toda la América continental y el Caribe. La rata negra es especialmente abundante en la región mediterránea, aunque su distribución se ve claramente condicionada por la presencia de R. norvegicus, especie mucho más resistente, grande y agresiva.

R. rattus ocupa hábitats muy diversos. En el medio natural, se la puede encontrar en zonas de matorral y bosque mediterráneo, en plantaciones de frutales, huertos o en bosques caducifolios no muy fríos. En núcleos urbanos también aparece aunque es más abundante en pueblos de pequeño tamaño y zonas periurbanas. En general, es menos comensal del ser humano que la rata parda. Otro rasgo importante que las diferencia es que la rata negra construye nidos aéreos (copas de árboles, tejados, etc.), entre ramas y hojarasca. También excava madrigueras subterráneas, pero en la base de los árboles; utilizando sus raíces como soporte. Por eso, las infestaciones por esta especie suelen presentarse en emplazamientos como parques y demás zonas verdes urbanas, además de tejados y partes altas de construcciones humanas.

Merece la pena también recordar su papel en la epidemia de peste que asoló Europa y otras regiones del mundo en el siglo XIV. Esta especie de rata era la que estaba presente en el continente europeo en aquella época puesto que, tal y como vimos en el artículo anterior, R. norvegicus llegó cuatro siglos más tarde procedente de China. Esta enfermedad está provocada por una bacteria denominada Yersinia pestis. En realidad, el vector principal de transmisión es la pulga de la rata (Xenopsylla cheopis), actuando los roedores como reservorios principales de la enfermedad. Al morir por peste la mayor parte de las ratas, las pulgas se vieron obligadas a buscar otros hospedadores cercanos, en este caso el hombre. El microorganismo se fue expandiendo por la población europea de aquella época a través de la picadura de pulgas infectadas, por lo que puede afirmarse que las ratas negras sólo tuvieron un papel secundario en aquella pandemia.

De todas formas, sí hay que remarcar que la rata negra es una especie potencial transmisora de diversas enfermedades, además de causar daños tanto en materiales, como en cultivos y almacenes de alimentos. Todo ello hace necesario controlar sus infestaciones. Independientemente de la especie que sea, recordamos que Biodal Control Ambiental ofrece sus servicios de desratización en Madrid, para eliminar ratas de manera eficaz.