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Descubren un insecto capaz de degradar el plástico

Descubren que el gusano de la cera puede degradar el plástico

27 Abril, 2017

En este blog solemos mostrar ejemplos de la incidencia que los insectos tienen en nuestras vidas. Por lo general, hemos tratado plagas, más o menos conocidas, que provocan un impacto negativo, ya sea en nuestra salud, en nuestra calidad de vida o en la conservación de alimentos y materiales. Pero también hemos visto numerosos casos en los que estos animales pueden proporcionarnos importantes beneficios. En el presente artículo vamos a hablar de este segundo grupo y cómo un descubrimiento casual puede resolver uno de los problemas ambientales más importantes de nuestra moderna sociedad, el de la gestión de determinados residuos.

Un grupo de investigadores ha descubierto que las larvas de una especie de insecto son capaces de degradar plásticos como el polietileno, empleado principalmente para fabricar bolsas y envases. Se trata del denominado gusano de la cera (Galleria mellonella), un lepidóptero de la Familia Pyralidae, muy conocido por ser criado para alimentar a numerosos animales insectívoros, además de como cebo de pesca. Esta mariposa es también un enemigo declarado de los apicultores, ya que deposita sus huevos en el interior de las colmenas. Al eclosionar, las larvas, de unos 30 mm de longitud en su última fase, de color blanco sucio, más oscuras por la parte dorsal y de cabeza marrón-rojiza, pueden ocasionar importantes daños. Estos juveniles excavan galerías en la cera, destruyendo los panales no protegidos, tanto en los almacenes como en aquellas colonias que se encuentran débiles o muertas.

Precisamente, gracias a esta faceta de plaga de las colmenas, es como se ha producido este insólito hallazgo. Federica Bertocchini, investigadora del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria, organismo dependiente del CSIC, es una apicultora aficionada. Un día, mientras limpiaba sus colmenas, descubrió las larvas de estos insectos y las retiró guardándolas en una bolsa de plástico. Al cabo de 20 minutos, comprobó que dicha bolsa presentaba gran cantidad de agujeros, hecho que le pareció muy sorprendente. Con la ayuda de varios colegas del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Cambridge, se dispusieron a investigar si las larvas se habían limitado a comerse el plástico o bien lo habían degradado gracias a un rápido proceso químico. Durante los experimentos que realizaron, expusieron a unos 100 gusanos de la cera a una bolsa de plástico normal, como las que proporciona a sus clientes cualquier supermercado. Según pudieron comprobar, estas larvas son capaces de biodegradar 92 miligramos de polietileno en tan sólo 12 horas. El proceso es bastante rápido si tenemos en cuenta que, por ejemplo, las bacterias que se descubrieron el año pasado capaces de biodegradar algunos plásticos, lo hacen a una velocidad de 0,13 mg al día. Los resultados de esta investigación han sido publicados esta semana en la revista Current Biology.

Todavía no se conoce cómo se produce exactamente esta biodegradación, si interviene alguna bacteria que habita en simbiosis en el intestino de las larvas o bien se trata de una enzima propia de estos insectos. Pero los científicos sí han podido comprobar, mediante distintos análisis espectroscópicos, que durante el proceso de degradación, los gusanos de la cera transforman el polietileno en etilenglicol. En realidad, la cera de las abejas es un polímero natural con una estructura muy parecida a la del propio polietileno.

Este descubrimiento puede ser la base de partida para el desarrollo de soluciones biotecnológicas a escala industrial que permitan la gestión de desechos de polietileno. Teniendo en cuenta que los residuos plásticos son un grave problema mundial, puesto que cada año se fabrican en todo el mundo más de 80 millones de toneladas de polietileno, un plástico muy resistente y que tarda cientos de años en degradarse; el hallazgo no puede ser más interesante. Y la solución, en este caso como en tantos otros, nos la ofrece la propia naturaleza.