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Las plagas de ratones son anteriores al origen de la agricultura

Las plagas de ratones aparecieron antes que el desarrollo de la agricultura humana.

31 Marzo, 2017

Múltiples son los organismos plaga que tienen incidencia en la vida de los seres humanos. Normalmente, lo que más nos importa saber sobre ellos es de qué manera nos afectan, así como los distintos métodos que existen para su control. Aun así, puede resultar también interesante conocer cuál es el origen de todas esas plagas; preguntarse desde cuándo están afectando al ser humano. En algunos casos resulta relativamente sencillo, puesto que se trata de plagas que han surgido en tiempos cronológicamente recientes, coincidiendo en muchos casos con episodios de introducción de especies. En otras muchas ocasiones, la plaga ha acompañado al hombre a lo largo de toda su historia, por lo que determinar ese origen parece una tarea bastante más complicada. En este sentido, una reciente investigación ha revelado cómo surgió una de las plagas más frecuentes a nivel mundial, la del ratón común (Mus musculus).

Hasta ahora se pensaba que los ratones empezaron a aprovecharse de los recursos proporcionados por el hombre en el inicio de la propia civilización, con los primeros hogares, cuando los humanos se hicieron sedentarios y desarrollaron una primitiva agricultura, hace unos 10.000 años aproximadamente. Sin embargo, el estudio científico llevado a cabo por el Centro Nacional de Investigación Científica de París (Francia), en colaboración con la Universidad de Haifa (Israel), revela que este hecho ocurrió unos cuantos de miles de años antes. Los resultados de la investigación, publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), son todo un hito, puesto que revelan también que el hombre empezó a hacerse sedentario mucho antes de lo que se creía; en concreto, hace unos 15.000 años.

Los investigadores examinaron los dientes molares de ratones fosilizados encontrados en un yacimiento de la antigua cultura natufiense, en el valle del río Jordán, en Israel, y datados con hasta 200.000 años de antigüedad. Los distintos análisis revelaron que la movilidad humana influyó claramente en las relaciones de competencia entre dos especies de roedores, el citado ratón común y el ratón de campo de cola corta (M. macedonicus). Ambas especies siguen estando presentes en la actualidad en las poblaciones israelíes. Los resultados indican que el ratón común comenzó a incorporarse a esos primeros hogares de los cazadores-recolectores del valle del Jordán, de tal forma que sus poblaciones aumentaban o disminuían según la frecuencia con la que estos grupos humanos se trasladaban a nuevas ubicaciones. Así, cuando los hombres se quedaban en un mismo lugar durante un cierto periodo de tiempo, M. musculus superaba en número a M. macedonicus, viéndose desplazados de los asentamientos estos últimos. Cuando la sequía, la falta de alimento u otros condicionantes obligaban a estos humanos cazadores-recolectores a trasladarse a otras zonas, las poblaciones de ambas especies alcanzaban un equilibrio. Esta dinámica coincide con lo que se ha podido observar también para otras especies de roedores actuales en los desplazamientos efectuados por los modernos pastores masai de Kenia.

Según los autores, estos asentamientos mesolíticos transformaron las interacciones ecológicas y las redes alimentarias, beneficiando a los ratones domésticos con respecto a los de campo; convirtiéndoles así en la especie dominante en las relaciones de comensalismo con el ser humano. De esta forma, se confirma que el ratón común ya estaba presente en las viviendas de los pueblos cazadores-recolectores de la región oriental del Mediterráneo más de 3.000 años antes del vestigio más antiguo conocido de agricultura sedentaria.

Este trabajo nos muestra que la humanidad lleva sufriendo desde hace bastante tiempo a esta molesta plaga. Estos pequeños roedores prosperan gracias al refugio y al alimento que les proporcionamos. Por eso, dejando a un lado la historia, y centrándonos en la actualidad, para eliminar ratones en Madrid, Biodal Control Ambiental ofrece sus servicios de desratización.