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¿Por qué nos producen repulsión las cucarachas?

Causas de por qué nos provocan repulsión las cucarachas

21 Septiembre, 2016

El mundo de los insectos, ya lo hemos visto muchas veces, es asombroso. Sin embargo, esta fascinación no siempre es compartida por todas las personas. Muchos humanos sienten auténtica repulsión por estos animales, o por cualquier otro ser englobado dentro del término bicho; categoría a la que también pertenecen, por derecho propio, arácnidos o miriápodos. Pero desde luego, se podría decir que las cucarachas se llevan la palma en lo que a rechazo se refiere. Como ya sabemos, el asco o la molestia no son los únicos factores a tener en cuenta a la hora de controlar las plagas de estos insectos. Aún así, son importantes, por lo que en el artículo de esta semana vamos a hablar sobre las causas que provocan esos sentimientos anti-cucarachas.

Al parecer, la repulsión frente a las cucarachas no es algo sin sentido, sino que responde a una serie de comportamientos instintivos. Esto es, por lo menos, lo que opina Jeffrey Lockwood, profesor de Ecología de la Universidad de Wyoming, en EEUU, y autor del libro “La mente infestada: por qué los humanos temen, sienten asco y aman a los insectos. Por un lado, las razones de este rechazo pueden deberse a que las cucarachas son insectos relativamente grandes, que además habitan lugares oscuros y húmedos, que ya de por si nos resultan desagradables. Sin embargo, según el autor, si nos centramos en el peligro que suponen para la salud humana, éstas provocan en nosotros una respuesta irracional.

Muchos de los rasgos que presentan las cucarachas desencadenan lo que Lockwood denomina “reflejos de repugnancia cableados”. El miedo y el asco son dos emociones humanas negativas y universales. La primera se corresponde con una señal de peligro inminente, mientras que la segunda advierte sobre un peligro potencial por enfermedad o contaminación. Con las cucarachas se solapan ambas.

Por un lado, tienen aspecto aceitoso, grasiento; rasgos que producen claras señales de asco. También, al pisarlas, además del desagradable crujido, emiten un leve olor similar a la orina, debido a que estos insectos nocivos almacenan ácido úrico en sus cuerpos. Por otro lado, su forma de moverse puede ser determinante, puesto que las cucarachas son unos de los animales terrestres más rápidos en relación con su tamaño. En experimentos con la especie Periplaneta americana, se ha podido comprobar que pueden alcanzar los 5,6 km/h. Esto equivaldría a que un humano pudiera correr a 321 km/h. Por tanto, cuando estamos tranquilamente en nuestro hogar, es fácil que las cucarachas nos sobresalten con esta rapidez “sobrenatural”.

El autor afirma, sin embargo, que estas reacciones no son del todo innatas, sino que se van adquiriendo con la edad. De niños, sentimos inclinación a acercarnos y mirar de cerca a los insectos. A medida que vamos creciendo, aprendemos a identificar a estos animales como perjudiciales; siendo las propias características de las cucarachas las responsables de que adquiramos este rechazo aprendido.

La repulsión instintiva hacia estos insectos no es exagerada. Como ya sabemos, las cucarachas son causa relativamente frecuente de alergias, puesto que desprenden multitud de partículas que pueden comportarse como alérgenos, llegando incluso a desencadenar asma. También son vectores de transmisión de numerosos patógenos como la bacteria Salmonella, la bacteria de la lepra, el virus de la poliomielitis, el hongo Aspergillus, así como distintos tipos de parásitos. El rechazo a estos animales parece, por tanto, justificado.

Nos produzcan más o menos asco, aprovechamos para recordar que Biodal Control Ambiental ofrece, entre sus servicios de desinsectación, la eliminación de plagas de cucarachas en Madrid y alrededores.