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El control de la plaga de la carpocapsa
18 Mayo, 2016
En numerosas ocasiones hemos hablado sobre los diferentes tipos de estrategias que existen para el control de plagas. El control químico, los métodos físicos, el control biológico, la modificación de las condiciones ambientales o las medidas de tipo cultural en el caso de los cultivos agrícolas, son herramientas útiles que nos permiten luchar contra todo tipo de organismos nocivos. Sin embargo, todas ellas deben estar diseñadas a partir de una base adecuada, para que puedan resultar eficaces. Es por ello que la información y el conocimiento preciso sobre cada plaga en cuestión, son imprescindibles para poder obtener resultados óptimos. De esta forma, el seguimiento y la vigilancia continuada de cada fase del ciclo de una plaga, permitirá conocer con exactitud su evolución y la idoneidad del tratamiento a aplicar. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en el caso que exponemos a continuación.
La Estación de Avisos Agrícolas del Bierzo, en la provincia de León, ha alertado este lunes de la presencia de la plaga conocida como carpocapsa, barreno de los frutales o polilla del manzano, en dicha comarca leonesa. Se trata del lepidóptero Cydia pomonella, y concretamente se ha informado del vuelo de la primera generación de adultos de este año, con lo que dará comienzo la reproducción de la especie y el inicio de un nuevo ciclo. Es por ello que la Estación recomienda aplicar en estos momentos tratamientos ovicidas, para atacar la fase huevo de estos insectos. Entre los productos que pueden ser empleados se encuentra el diflubenzuron, el flufenoxuron o la tebufenocida. Estos insecticidas son reguladores del crecimiento. Pasada una semana, lo más adecuado resultará aplicar productos químicos larvicidas, entre los que destacan algunos piretroides.
Y es que la mayor sensibilidad de esta mariposa a los biocidas la presenta en su fase huevo y en sus primeros estadios larvarios, por lo que cualquier tratamiento que no vaya dirigido a éstas resultará del todo inútil. C. pomonella afecta a árboles frutales de pepita (peral y manzano fundamentalmente) y en menor medida a frutales de hueso. También ataca a los nogales. Las hembras depositan los huevos sobre hojas y frutos. Las larvas, al eclosionar, se alimentan en un primer momento de la corteza de dichos frutos, para posteriormente penetrar en su interior, excavando galerías con dirección a las semillas. Los frutos afectados por las orugas de este lepidóptero pierden todo su valor comercial.
Además de los tratamientos químicos ya citados, se puede combatir con medidas alternativas más respetuosas con el medio ambiente, como el uso de la bacteria Bacillus thuringiensis o el virus de la granulosis de la carpocapsa. La técnica de la confusión sexual, en la que se emplean difusores con altas concentraciones de feromonas femeninas para confundir a los machos e interrumpir así el apareamiento, da también buenos resultados. En cuanto a sus enemigos naturales, existen numerosos himenópteros parasitoides y depredadores de huevos como los del Género Trichogramma; otros insectos como tijeretas y chinches, y por supuesto pájaros insectívoros como herrerillos y carboneros. Eliminar los frutos atacados y caídos en el suelo para reducir los individuos en la próxima generación es una práctica útil.
El seguimiento de los adultos del insecto se realiza mediante trampeo con la feromona específica para la especie, obteniéndose así la curva de vuelo. A partir de ella, se establece el momento más adecuado para aplicar los tratamientos de control ya descritos. Gracias a todos estos sistemas de información temprana, se mejora notablemente el control de plagas y enfermedades, maximizando la eficacia de los tratamientos fitosanitarios y minimizando el número de aplicaciones. Con ello se consigue, por un lado, que los agricultores abaraten costes y aumenten su rentabilidad productiva; y por otro, reducir significativamente el impacto negativo que todos estos productos químicos tienen sobre el medio ambiente. En definitiva, ventajas de la implantación y desarrollo de un Control Integrado de Plagas.
