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Las abejas protegen a los cultivos de los elefantes

Grupo de elefantes africanos

23 Diciembre, 2015

El mundo de los insectos resulta siempre interesante y nunca deja de mostrarnos infinidad de curiosidades. Lejos de considerarlos simplemente como animales insignificantes, en ocasiones repulsivos o responsables de perjudiciales plagas; tienen una importancia vital en los diferentes ecosistemas, y las funciones que pueden desempeñar y que incluso el ser humano puede aprovechar, son infinitas. Dentro de este variado y numeroso grupo animal destacan las abejas, insectos himenópteros sociales sobre cuya relevancia hemos hablado ya en anteriores ocasiones. Hoy, sin embargo, vamos a destacar uno de sus papeles menos conocidos, el de protectores de los cultivos frente a los ataques de los elefantes.

En la cultura popular, existe el mito del miedo que los elefantes tienen a los ratones. Se trata de una leyenda urbana que carece de fundamento; sin embargo sí existe un pequeño animal que provoca el rechazo y la huida de los proboscídeos, las abejas. Al parecer, estos grandes mamíferos reaccionan frente al zumbido de estos insectos y evitan en todo momento acercarse a los enjambres. Y es que, a pesar de estar provistos de una gruesa capa de piel correosa, sí disponen de ciertas zonas en su voluminoso cuerpo extremadamente sensibles, como detrás de las orejas o el extremo de la trompa. Por ello, suelen alejarse inmediatamente ante la presencia de las abejas, protegiéndose así de las dolorosas picaduras.

Esta instintiva aversión a las abejas ha sido aprovechada por un grupo de conservacionistas para tratar de solucionar uno de los problemas más graves a los que se tienen que enfrentar los elefantes en África y Asia. Desde que en las décadas de los 70 y 80 la caza furtiva casi acabara con las poblaciones de elefante africano (Loxodonta africana y L. cyclotis) las diferentes acciones conservacionistas han aumentado considerablemente sus poblaciones. Ese mayor número, unido a que se trata de especies migratorias, que atraviesan áreas geográficas densamente pobladas, los llevan irremediablemente a hacer incursiones en cultivos y plantaciones para alimentarse, ocasionando importantes daños. El conflicto tiene consecuencias muy graves, no sólo para la conservación del animal sino también para la seguridad y supervivencia de las poblaciones humanas locales. Algo similar ocurre en Asia con respecto al elefante asiático (Elephas maximus) aunque aquí la situación de la especie es bastante más precaria.

La solución planteada por el proyecto conservacionista consiste en sustituir las clásicas alambradas eléctricas de los cultivos, que han demostrado ser ineficaces, por barreras naturales o cercas biológicas. Para ello se instalan, cada 10 metros, y alrededor del perímetro de la parcela, una colmena de abejas. Los resultados están siendo muy satisfactorios y se ha conseguido evitar que los elefantes penetren en los terrenos, sin que ninguna de las partes sufra daños. El proyecto, denominado Elephants and Bees, está dirigido por la Doctora Lucy King y es el resultado de la colaboración entre las fundaciones Save the Elephants y Animal Kingdom de Disney junto con la Universidad de Oxford.

Esta original iniciativa está siendo desarrollada en varios países africanos como Kenia, Botswana, Mozambique, Tanzania y Uganda. También en Sri Lanka. Además del efecto barrera, la instalación de las colmenas tiene otras implicaciones positivas. Por un lado la mejora en la producción agrícola, gracias a la polinización de los cultivos realizada por estos insectos. Por otro, la generación de una nueva fuente de ingresos para las poblaciones locales como es la comercialización de la propia miel, bajo la denominación de Elephant-Friendly Honey.

Como en este mundo no todo tiene que estar relacionado con las plagas, este caso demuestra una vez más la importancia de la función de los insectos y los beneficios que nos aportan. Además, evidencia el valor del conocimiento que el hombre puede obtener del estudio de la biodiversidad, un bien preciado que es necesario conservar.