El comportamiento humano, causa directa de las plagas

7 Octubre, 2015

La aparición de una plaga en un determinado lugar no suele ser un hecho fortuito o inexplicable, sino que en la mayoría de las ocasiones tiene una causa que lo justifica. De esta forma, el hombre, por acción u omisión, es responsable directo de generar aquellas plagas que a posteriori termina sufriendo. Es por ello, que en el presente artículo vamos a abordar uno de los pilares básicos en el control de plagas como es la limpieza e higiene. Los hábitos de comportamiento relacionados con ellas, son claves para que una plaga aparezca en una vivienda, en un local, en un solar o en la misma vía pública.

En muchas ocasiones, los tratamientos de desinsectación o desratización que las empresas de control de plagas realizamos resultan infructuosos, o tienen que repetirse continuamente en el tiempo. La aplicación de cualquier tratamiento, se utilice o no producto biocida, nunca dará resultado si no va acompañado de un estado adecuado de limpieza e higiene constante. Algo tan fundamental, además de lógico, es muchas veces olvidado por aquellas personas que sufren una plaga; que esperan que con la aplicación de un determinado producto químico el problema se solucione. Teniendo en cuenta que a una plaga hay que controlarla o gestionarla, puesto que es prácticamente imposible hablar de erradicación, la falta de limpieza provocará siempre que ésta vuelva a resurgir con el tiempo.

Con una adecuada limpieza e higiene de las instalaciones se consigue limitar el acceso de los organismos nocivos a restos de alimentos, agua y otros residuos que les son vitales para subsistir. Se incluye también aquí el orden, puesto que una inadecuada disposición de la mercancía o el almacenamiento descontrolado de objetos crea perfectos refugios para el desarrollo de cucarachas, ratas, ratones y otros organismos nocivos.

Pero no sólo en ambientes interiores, puesto que la higiene es también muy importante en zonas de exterior. Prueba de ello es la noticia que recogemos a continuación. Un grupo de vecinos del municipio de La Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife, lleva un tiempo sufriendo problemas de plagas de cucarachas, pulgas y ratas debido al mal estado de un solar abandonado. Dicho espacio se ha convertido en lugar de depósito de basuras y escombros, lo que ha propiciado la proliferación de estas plagas, que han terminado por entrar en las viviendas colindantes. En este caso se conjuga un comportamiento inadecuado, además de incívico, con la ausencia de mantenimiento del terreno; que es en parte de titularidad pública.

Y es que la existencia de solares abandonados o descampados es un factor de riesgo en la aparición de plagas. Por ello, en algunos municipios como por ejemplo Madrid, existen ordenanzas que obligan a la limpieza y mantenimiento de parcelas y solares no edificados, con el objeto de evitar riesgos de entrada, atracción y/o proliferación de plagas. La propiedad de dichos terrenos es la que se debe encargar de adoptar las medidas oportunas de prevención y control para evitar estas situaciones.

Queda por tanto claro que los hábitos de comportamiento son claves para la gestión eficiente de las plagas. En Madrid Salud por ejemplo, se recogen toda una serie de consejos a seguir para el mantenimiento de una ciudad libre de plagas. La correcta gestión de los residuos, empleando siempre bolsas cerradas depositadas en los contenedores adecuados; el uso de papeleras; la no utilización del inodoro como cubo de basura; el mantenimiento de la limpieza de los espacios verdes o la no alimentación de animales en la vía pública, entre otras, son conductas que ayudarán a prevenir futuros problemas. La actitud de unos, los ciudadanos; y la aptitud de otros, los profesionales del sector, marcarán el éxito del control de plagas.