Estudian la eficacia de los murciélagos como controladores de plagas

16 Septiembre, 2015

Muchas veces hemos visto como la biodiversidad es una gran aliada en el control de plagas. Numerosos son los ejemplos de especies que actúan como controladores naturales de organismos nocivos. En este sentido, un equipo de científicos ha cuantificado por primera vez los beneficios que la actividad de un grupo concreto de animales tiene sobre ciertos cultivos.

Se trata de los murciélagos y su incidencia positiva en los campos de maíz. La importancia ambiental de este grupo de mamíferos es sobradamente conocida, por sus labores ecosistémicas de polinización o por el control de las poblaciones de insectos transmisores de enfermedades. Ahora también, se ha evidenciado su importante y beneficioso papel como controladores de plagas agrícolas.

Los investigadores Josiah Maine y Justin Boyles, de la Southern Illinois University de Carbondale, en EEUU, han publicado recientemente un trabajo en la revista PNAS donde se constata claramente esta función. En concreto, el estudio trata de conocer la incidencia de la actividad de los murciélagos sobre una de las principales plagas del maíz, el gusano elotero. Las larvas de este lepidóptero (Helicoverpa zea) causan graves daños directos al alimentarse de las mazorcas de maíz; pero también son la principal vía de introducción de hongos en las mismas, los cuales producen compuestos tóxicos para el hombre y el ganado. Esta especie ataca también otros cultivos de importancia como algodón, tomate o diversos frutales.

Para ello realizaron un sencillo experimento sobre los campos de maíz cercanos a Horseshoe Lake, en el sur de Illinois, durante las campañas de 2013 y 2014. Utilizando postes de acero, cables y redes, construyeron en el campo de cultivo seis zonas alambradas de exclusión a las que los murciélagos no podían acceder. Cada una de esas parcelas de exclusión estaba emparejada con otra parcela de control de libre acceso. Para cuantificar realmente el efecto concreto de los murciélagos sobre el cultivo, y eliminar la incidencia de otros organismos como las aves, dicho vallado fue retirado diariamente para que éstas pudieran alimentarse con normalidad. Los resultados arrojados por el estudio son reveladores.

Se pudo comprobar que en aquellas parcelas del cultivo protegidas con el mallado, la cantidad de larvas de la polilla era hasta un 60% más abundante con respecto a las parcelas de libre acceso. Además, el cerramiento provocó un 50% más de daños en los granos de maíz de cada mazorca y un número significativamente mayor de hojas dañadas respecto a las zonas sin proteger. No sólo esto, sino que además el crecimiento de hongos perjudiciales asociados con esta plaga fue significativamente mayor en el maíz dentro de las exclusiones, y las toxinas producidas por el hongo resultaron ser también mucho más concentradas.

Con estos resultados, los autores han calculado que los murciélagos pueden proteger eficazmente a los agricultores frente a unas plagas que suponen, en pérdidas, hasta unos 1.000 millones de dolares anuales en todo el mundo. Teniendo en cuenta que se dedican unos 150 millones de hectáreas en todo el planeta sólo al cultivo del maíz, está claro que merece la pena la conservación de estos animales, en ocasiones temidos o denostados, que se encuentran en serio peligro en muchos lugares.

Aunque no es el primer estudio que se realiza sobre la importancia de los quirópteros, sí es novedosa la cuantificación y determinación significativa de los beneficios de su actividad en el control de plagas agrícolas. De ellos podemos servirnos para tratar de minimizar todo lo posible el empleo de productos químicos en el campo; puesto que éstos tienen importantes impactos negativos en el entorno, además de originar con su uso, y sobretodo abuso, graves problemas de resistencias de las especies plaga.