Monos urbanos: una plaga en la India

4 de Mayo, 2017

El ser humano es, sin lugar a dudas, causa directa o indirecta de muchas de sus plagas. A lo largo de la Historia, con su comportamiento y su forma de vida, ha hecho que numerosos organismos prosperen y se acaben convirtiendo, en algunos casos, en graves problemas. Múltiples son los ejemplos que hay, desde las plagas clásicas como las cucarachas, las chinches de cama, las ratas o los ratones; hasta los casos más recientes de especies invasoras. Un reflejo de ello ocurre actualmente en la India, donde los habitantes de muchas ciudades del norte del país sufren la excesiva presencia de unos animales que, a priori, no identificaríamos con una plaga. Se trata de monos, principalmente macacos Rhesus (Macaca mulatta), cuyas abundantes poblaciones urbanas están causando verdaderos estragos.

Este primate es muy común en esta región de Asia, extendiéndose desde Afganistán hasta China meridional. Una de sus principales características es su alta capacidad de adaptación. Puede vivir en distintos tipos de hábitats, desde bosques a zonas semiáridas e incluso pantanos; donde se alimenta de una amplia variedad de frutas, semillas, hojas, pequeños invertebrados, etc. Precisamente esta capacidad le ha permitido colonizar también núcleos urbanos habitados, estando presente en las grandes ciudades, incluida la capital Nueva Delhi. Estas poblaciones urbanas se ha cuadriplicado en los últimos años, ocasionando con ello importantes daños, sin que las autoridades hayan podido controlarlas, por el momento.

Pero, ¿por qué estos monos han terminado viviendo en las ciudades? En primer lugar, el intenso crecimiento demográfico humano que ha sufrido esta región asiática ha provocado una reducción drástica del hábitat natural de estos primates, que se han visto obligados a convivir con los hombres. El mono es un animal sagrado para la cultura local, puesto que ven en ellos la representación de uno de sus dioses. Por esta razón, son cuidados y alimentados como forma de adoración. También hay que señalar que la mala gestión de los residuos del país aporta a los primates ingentes cantidades de recursos alimenticios. Además de esto, no es raro observar a algunos grupos de macacos entrar en los hogares para robar comida. Por tanto, las ciudades y demás núcleos urbanos ofrecen a los monos grandes posibilidades, donde pueden obtener alimento fácilmente, lo que explica que hayan prosperado de manera desmesurada.

Como consecuencia de esta superpoblación en pueblos y ciudades, surgen los problemas. Por un lado están los daños provocados en la agricultura y la ganadería, los cuales suponen importantes pérdidas económicas. También es destacable el daño a las infraestructuras. En determinadas zonas, las autoridades se han visto incapaces de suministrar cobertura wifi para la población, ya que los primates destrozan las líneas a medida que éstas se van instalando. Por otro, el contacto directo con el ser humano ha hecho que estos primates pierdan el miedo, lo que hace que frecuentemente ataquen a personas; pudiendo transmitirles además diversas enfermedades y parásitos. Según los expertos, las ofrendas de comida son interpretadas por los monos como actos de sumisión, por lo que reaccionan con agresividad cuando no se les proporciona alimento.

Por todo ello, las autoridades han llevado a cabo distintas medidas para su control. Se han realizado varias campañas de esterilización y sacrificio en los últimos años que no han sido efectivas. También se han efectuado capturas de ejemplares de las calles con su posterior traslado a otras áreas del país, pero lo único que se ha conseguido es diseminar el problema. Incluso se han llegado a tomar medidas poco convencionales para ahuyentar a los primates como emplear langures (otra especie de primate) o contratar personal exclusivo para disuadirlos con disfraces y otras técnicas.

En la actualidad, uno de los estados más afectados, Himachal Pradesh, está probando un nuevo método de control mediante la regulación reproductiva de la población. El proyecto, llevado a cabo por el Instituto de Vida Salvaje de la India en un entorno controlado, consiste en el suministro de pastillas anticonceptivas. Los resultados parecen ser positivos, aunque para implantarse en el resto del país hay que tener en cuenta que es un sistema costoso, puesto que el medicamento debe ser aplicado cada cierto tiempo y es importado desde EEUU. Su efectividad, en todo caso, tendrá que comprobarse a largo plazo.