Especialistas en control de plagas. Resultados garantizados, al mejor precio.
BIODAL CONTROL AMBIENTAL es una empresa de control de plagas urbanas, desinfección y control de la bacteria Legionella; con sede en Madrid y fundada por dos Licenciados en Biología con amplia experiencia en temas de índole medioambiental.
Contamos con un personal técnico altamente cualificado y en continua formación, capaz de resolver todas sus dudas, de diagnosticar el problema y de eliminar la plaga a la mayor brevedad posible; realizando de este modo un servicio de alta calidad. Nuestros técnicos se responsabilizan en todo momento del tratamiento adoptado, haciendo de la profesionalidad y el compromiso sus señas de identidad.
Ofrecemos un servicio personalizado y ajustado a sus necesidades, empleando los mejores productos disponibles en el mercado y haciendo uso de las técnicas más adecuadas para cada situación.
Conscientes de la cada vez mayor preocupación social por los temas relacionados con la salud y el medio ambiente, desde BIODAL cuidamos especialmente estos aspectos apostando por la prevención y las medidas de actuación pasivas, con el objeto de reducir al máximo posible el empleo de biocidas y demás productos químicos. Cuando su uso sea imprescindible se empleará siempre el producto menos nocivo y más específico para la plaga que se desee combatir.
La empresa está inscrita en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB) de la Comunidad de Madrid con el número 914-CM-S.
Somos miembros de la Asociación Madrileña de Empresas de Desinfección (AMED).
Por todo ello, si precisa de cualquiera de los siguientes servicios: fumigación, desinsectación, eliminar cucarachas, eliminar chinches de cama, desratización, desinfección, control de aves, tratamientos fitosanitarios o prevención y control de Legionella; póngase en contacto con nosotros y le asesoraremos, ofreciéndole la mejor solución a sus necesidades.
5 Diciembre, 2023
La globalización está provocando que, continuamente, se estén dispersando organismos por todo el mundo, gracias a la acción humana, los cuales terminan asentándose y proliferando en territorios que no les corresponden de manera natural. Es lo que se conoce como especies exóticas invasoras. Por lo general, de los organismos invasores más conocidos se suelen tener estudiados o, por lo menos estimados, los efectos negativos que éstos tienen en las zonas que colonizan. Se trata de impactos fundamentalmente ambientales, pero también sanitarios, alimentarios o económicos. Sin embargo, el caso que nos ocupa a continuación es especialmente alarmante, puesto que las consecuencias de la aparición en España de una especie de luciérnaga exótica son imprevisibles y, hasta ahora, desconocidos, lo que tiene bastante preocupados a los expertos.
Estamos hablando de la denominada luciérnaga de corpiño marcado (Photinus signaticollis), un insecto coleóptero de la Familia Lampyridae, originario de Argentina y Uruguay. En 2018 se observaron ejemplares de esta especie en el noreste de la Península Ibérica, aunque en un primer momento se creyó que pertenecían a una nueva especie, a la que se denominó P. immigrans. Aunque sólo se conocía en la Península Ibérica, se suponía originaria de Norteamérica. Finalmente se descubrió que la especie correcta era P. signaticollis. Se estima que la luciérnaga lleva establecida en España, concretamente en Girona, desde 2016. En 2019 se comprobó que había cruzado los Pirineos y que también se la podía encontrar en el sur de Francia. Desde entonces, se han detectado más ejemplares en otras regiones europeas.
Un grupo de investigadores del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UCM, ha estado analizando las consecuencias de la presencia e invasión de esta luciérnaga exótica en las comunidades europeas. Las conclusiones de este estudio han sido publicadas en un artículo cuyo título hace un homenaje al grupo musical The Beatles y su canción “Across the Universe”, en clara referencia al cruce artificial de estos insectos del hemisferio sur al hemisferio norte, teniendo en cuenta que las luciérnagas son un tipo concreto de escarabajos (beetles en inglés). Más allá de esta anécdota, la situación es bastante preocupante, puesto que hay que tener en cuenta que las larvas de este insecto se alimentan de lombrices. Su presencia en nuestro territorio y en densidades significativas, podría afectar negativamente a un grupo de organismos clave en los procesos que tienen lugar en el suelo y, por extensión, a actividades económicas claves como la agricultura. A esto se une que actualmente se desconoce cuál es el alcance de la colonización de esta luciérnaga, su nicho ecológico óptimo y la expansión real a otras zonas de Europa.
Por ese motivo, los investigadores han empleado diferentes modelos de distribución de especies para encontrar zonas de alta idoneidad en toda Europa en las que la especie, en caso de llegar a ser introducida, podría establecerse. Utilizando registros sudamericanos y los modelos de condiciones asociados, es posible predecir con exactitud dónde podrían encontrarse las luciérnagas en Europa. Existen, por ejemplo, similitudes climáticas entre su región de origen, alrededor de Río de la Plata, y la provincia de Girona. Los autores del estudio han descubierto que la estacionalidad de la temperatura parece ser la misma tanto en las áreas nativas como en las europeas, siendo especialmente relevante en los modelos. Por tanto, este factor podría considerarse como limitante para el establecimiento del insecto.
Los investigadores incluyen a estas luciérnagas exóticas bajo la denominación de “especies invasoras desatendidas”, aquellas de las que apenas se conoce información acerca de su distribución y efectos. La falta de recursos, especialistas y focos puestos sobre las invasiones biológicas, unido a la cada vez mayor incidencia de este fenómeno, agrava aún más la situación, puesto que cada vez aparecen más problemas y amenazas por especies exóticas a las que no se presta la atención debida.